Más de 300 médicos se rebelan contra la dirección del Hospital Donostia

Un total de 305 médicos del complejo hospitalario Donostia de Osakidetza, que supone más de la mitad de la plantilla de facultativos con plaza fija de este centro, ha constituido formalmente la Asociación Profesional de Médicos del Hospital Donostia con la doble finalidad de rebelarse contra las 'actitudes excesivamente autoritarias' de la dirección de este centro sanitario y mejorar sus condiciones laborales. La amplia representación con que cuenta esta asociación, creada a mediados de diciembre, le permite negociar por separado un convenio laboral para sus afiliados.

La asociación aprobó sus estatutos en una asamblea celebrada en San Sebastián el pasado 14 de diciembre, en la que fueron nombrados los miembros de la junta directiva, que tiene previsto reunirse por primera vez esta semana. El colectivo de 305 facultativos ha decidido agruparse para 'hacer frente a las agresiones profesionales y laborales' que están sufriendo, asegura uno de sus miembros, por parte de la gerencia y la dirección de personal del Hospital Donostia, como se denomina el nuevo complejo sanitario surgido en marzo de 2001 tras la unificación de los hospitales Aránzazu, Guipúzcoa y Amara.

La Asociación Profesional de Médicos del Hospital Donostia surge como 'una reacción a los atropellos y abusos contra los profesionales médicos' en este centro sanitario y tiene el propósito de erigirse en 'algo más que un sindicato al uso que sólo defiende intereses económicos', advierte uno de los integrantes de este grupo. En sus estatutos han hecho constar como una prioridad 'la mejora del sistema sanitario' y 'la democratización de las relaciones laborales'.

El Hospital Donostia cuenta con algo más de 1.100 camas y es el centro de referencia para unos 350.000 habitantes de San Sebastián y sus alrededores. Dentro de la red pública de la Sanidad vasca, está especializado en el transplante de médula y el reimplante de miembros. En el año 2001 gestionó un presupuesto de 180,3 millones de euros (30.000 millones de pesetas), de los que seis millones de euros estaban reservados para inversiones.

Los 305 facultativos que forman parte de esta asociación, constituida legalmente con una representación superior al 50% de la plantilla médica, han formado ya varios grupos de trabajo (normativa europea, médicos interinos, antiacoso institucional, convenio colectivo, servicios de guardia...), aunque se han marcado como objetivo primordial el restablecimiento de las relaciones laborales con el equipo rector del Hospital Donostia, actualmente muy deterioradas debido a 'la política de ordeno y mando' de la gerencia, en manos de Juan José Mujika.

Cambio de conductas

'No cuentan con nosotros a nivel profesional; no nos piden nunca una opinión médica. Han optado por el látigo. Todo ello ha llevado a una situación general de desmotivación en el trabajo que es muy peligrosa para el adecuado funcionamiento del sistema sanitario', afirma otro miembro de la asociación. 'Es necesario cambiar las conductas y el trato entre directivos y trabajadores, apostando por el diálogo y no por la imposición desde las estructuras del poder'. Este grupo se propone asimismo 'proteger a los médicos más indefensos que por su situación laboral menos estable puedan ser víctimas de represalias en caso de enfrentamientos y conflictos con la dirección' del Hospital Donostia.

En este sentido, la asociación velará por que no se repitan en el futuro casos semejantes al de la médico de empresa Reyes Núñez, despedida de forma improcedente por Osakidetza, según una sentencia de un juzgado donostiarra, ratificada recientemente por el Tribunal Superior de Justicia vasco.

La doctora Núñez mostró su disconformidad con la actuación que se llevó a cabo para la limpieza de un foco de bacterias surgido a comienzos de 1999 en el Hospital de Guipúzcoa. Su negativa desencadenó una 'posible persecución y acoso laboral por parte de la gerencia del hospital', según esta trabajadora, a quien más tarde le ordenaron realizar controles mensuales del absentismo laboral. La facultativa no acató este mandato de la gerencia después de consultar previamente su legalidad con Osalan y la Delegación de Trabajo, por lo que fue despedida en enero de 2001. Tras el citado fallo judicial del máximo tribunal vasco, Osakidetza deberá optar ahora entre readmitirle o despedirle con una indemnización de 72.000 euros (12 millones de pesetas).

Un representante de la asociación asegura que el despido de la doctora Núñez 'es muy grave' y anuncia que este colectivo intentará 'parar los pies a quien pretenda despedirle caprichosamente con una indemnización a costa del dinero público, porque podría incurrir en un delito de malversación de fondos públicos'. Este asociado advierte de que el caso de Reyes Núñez puede sucederle a cualquiera de los profesionales del complejo hospitalario donostiarra con contrato laboral, que en la actualidad alcanza aproximadamente el 60% de la plantilla.