Caro metro cuadrado

El precio de la vivienda parece inmune a las crisis económicas. El metro cuadrado de vivienda nueva subió en España un 8,9% el año pasado, según la Sociedad de Tasación. Pese a ese espectacular incremento, muy por encima de la inflación y del aumento del poder adquisitivo, desde distintas instancias de la Administración y del sector inmobiliario se presenta el dato como una importante moderación de los precios. El aumento en 2000 alcanzó el 12,5% y se espera que la subida se sitúe en el presente año entre el 5% y el 6%, es decir, tres veces más de la inflación prevista.

Tal previsión no puede confortar a los miles de ciudadanos, en su mayoría jóvenes, que aspiran a adquirir su primera vivienda y que contemplan atónitos la escalada de precios de los pisos. El aumento de los precios ha anulado el efecto positivo de la caída de los tipos de interés. Desde hace casi dos años está aumentando el esfuerzo de las familias para la compra de una vivienda.

El propio sector inmobiliario insiste en que no ha tenido nada que ver en esa carestía el ingente flujo de dinero negro que se ha refugiado en el sector inmobiliario, acentuado en la antesala de la llegada del euro. Culpa a comunidades autónomas y ayuntamientos de atesorar suelo en su propio beneficio e impedir su salida al mercado con legislaciones urbanísticas restrictivas y arbitrarias. El Gobierno también descarga la responsabilidad en las corporaciones locales y regionales, mientras anuncia planes para las familias de menores rentas y ayudas a jóvenes para la entrada del piso. No sólo son medidas ineficaces, sino que contrastan con la vehemencia que empleó el PP al incluir el acceso a una vivienda asequible como prioridad en el programa con el que ganó las últimas elecciones generales.