Con todos menos con Menem

'Paso a paso, como el Rácing campeón; ésa es la consigna'. Ahora, un presupuesto equilibrado que tienda al déficit fiscal cero; luego, la concertación con los líderes políticos de los partidos mayoritarios y los gobernadores para discutir la reforma del Estado, el nuevo pacto con las provincias y todo lo que debe hacer un Gobierno de 'unidad nacional' y de transición. Éstos son los objetivos del presidente Eduardo Duhalde. 'El único límite por ahora es Menem y el menemismo; con ellos, no', admitió ayer un portavoz gubernamental.

José Manuel de la Sota, gobernador de Córdoba y precandidato peronista para las elecciones presidenciales de 2003, desea que Duhalde sea 'el Adolfo Suárez de Argentina, que en estos dos años consolide las instituciones, garantice la paz social, devuelva la autoridad al sistema político y comience a tomar las primeras medidas económicas importantes'. Duhalde recupera lentamente la confianza y el ánimo de los ciudadanos desde el subsuelo en el que había caído la pasada semana, según indican los primeros sondeos realizados por la consultora que trabaja habitualmente para el Partido Justicialista (PJ). La devaluación del peso, rechazada en principio por más del 70% de la población, recupera un apoyo estimado ahora en un 37,2%. A su vez, las medidas anunciadas cuentan con el 52% de aprobación.

Los colegas de Julio Aurelio, el responsable de la encuesta, recuerdan que fue el único experto, entre los más destacados, que en 1989 anticipó con encuestas propias el sorprendente triunfo de la fórmula Carlos Menem-Eduardo Duhalde en las elecciones internas partidarias para consagrar al candidato presidencial del PJ. Desde entonces trabaja para el peronismo.

Duhalde sólo confía en Julio Aurelio y, según sus colaboradores, 'es un hombre que sigue casi a diario el resultado de los sondeos y tiene muy en cuenta la opinión de la gente'.