El campo de Almería se centra en la venta y en la higiene rural

El año ha terminado para el campo almeriense con la puesta en marcha de medidas encaminadas a dar respuesta a dos de las más insistentes demandas entre gran parte del sector: la mejora de la comercialización y de la concentración de la oferta hortícola y la higiene rural.

En lo que se refiere a la limpieza del campo, la puesta en marcha en 2001 de un ambicioso plan de higiene rural promovido por la Consejería de Agricultura, y al que se adhirieron todos los municipios con concentración significativa de explotaciones agrarias, ha sido el paso más importante para empezar a cambiar la imagen de un sector que está empezando a apostar cada vez más por la calidad de sus producciones y los aspectos medioambientales.

Este plan, concebido como un 'barrido cero' del campo almeriense, pretende atajar los problemas de virosis a través de la retirada de los residuos vegetales que genera la agricultura intensiva en Almería. Y es que son precisamente esos residuos los que, en muchas ocasiones, se convierten en el foco perfecto para la propagación de plagas o enfermedades que atacan a los productos hortofrutícolas que se cultivan en la provincia.

Después de meses de trabajo, gracias a este plan de 'barrido cero', que se ha extendido hasta final de 2001, se han podido retirar del campo 1.740.000 metros cúbicos de residuos vegetales. Esta limpieza inicial ha supuesto una inversión de mil millones de pesetas y ahora tendrá que ser reforzada con una segunda fase que consiste en el mantenimiento del campo en óptimas condiciones de higiene.

Segunda fase

Esa segunda fase se regirá por los convenios suscritos entre la Consejería de Agricultura y ayuntamientos del Levante y Poniente de la provincia, convenios en los que las administraciones locales se comprometen a elaborar sus propios planes de higiene rural.

En cuanto a las medidas encaminadas a mejorar la comercialización y la concentración de la oferta hortofrutícola, el consejero de Agricultura, Paulino Plata, ofreció a finales de año el apoyo decidido de su departamento para ayudar al sector a avanzar en este sentido.

Este apoyo se traduce en el compromiso de la aportación, por parte de la Consejería de Agricultura, de 2.000 millones de pesetas que comenzarán a hacerse efectivos una vez que se hayan realizado los diagnósticos necesarios sobre la actual situación del campo almeriense y después también de que se adopten acuerdos consensuados con el sector sobre el tipo de acciones que deberán ponerse en marcha para intentar que la oferta de productos almerienses llegue a los mercados de destino del modo más unido posible. En este sentido, una de las herramientas con las que se cuenta es el plan estratégico para el sector hortícola almeriense elaborado por la Consejería de Agricultura