Sólo cinco de los 25 edificios judiciales de los municipios de la región tienen vigilancia nocturna

La mayoría de los juzgados de los 19 partidos judiciales de la región, excluyendo la capital, carece de vigilantes nocturnos. Sólo hay vigilancia por la noche en cinco de los 25 edificios existentes en la Comunidad. En la capital sí suele haber vigilantes por la noche en casi todos los órganos judiciales, aunque no en todos. Estas deficiencias han generado una gran inquietud en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que el mes pasado, tras el espectacular asalto a los juzgados de Getafe, reclamó a su inspección un informe exhaustivo sobre las medidas de seguridad de todos los juzgados de Madrid. Sólo el año pasado, al menos tres sedes judiciales de la región fueron asaltadas.

Además de en Getafe, en 2001 se produjeron robos nocturnos en los palacios judiciales de Fuenlabrada y Collado Villalba. Los 19 partidos judiciales de la región albergan alrededor de 100 juzgados, mientras que el de Madrid acoge unos 185.

La ausencia casi generalizada de vigilancia nocturna en los juzgados de la periferia, como reconoce el Ministerio de Justicia en un informe enviado a la fiscalía de Madrid, ha favorecido, además, la realización de pintadas y actos vandálicos contra sedes judiciales cercanas a zonas de copas. Los juzgados de Coslada y Arganda del Rey, por ejemplo, sufrieron el año pasado pintadas y lanzamiento de piedras contra sus ventanas.

La falta de vigilancia nocturna adquiere su mayor crudeza en los palacios de justicia de los pueblos de la región. Sólo cinco (Torrejón, Móstoles, Majadahonda, Alcorcón y Getafe) de los 25 edificios judiciales existentes en la Comunidad (excluyendo los de la capital) disponen de agentes de seguridad, tanto de día como de noche. Getafe cuenta con vigilancia nocturna desde hace sólo dos semanas, tras el espectacular asalto que sufrieron sus ochos juzgados el pasado 9 de diciembre: unos desconocidos entraron en el edificio a través de una ventana y se llevaron 'joyas, dinero y un revólver', según fuentes de la investigación, tras reventar 13 cajas fuertes de las oficinas judiciales.

Aunque Getafe acaba de incorporar vigilancia física nocturna a raíz de este robo, siguen siendo mayoría los palacios de justicia de la Comunidad que carecen de ella. Por ejemplo, los de Leganés, Alcalá de Henares, Coslada, Alcobendas, Colmenar Viejo, Collado Villalba, Valdemoro, El Escorial, Aranjuez, Parla o Fuenlabrada. Cuatro días antes del asalto a los juzgados de Getafe se produjo otro hecho similar en los de Fuenlabrada. En éste, los ladrones se apoderaron de 'una escopeta de cartuchos y de documentos cuyo valor judicial no ha trascendido', según las mismas fuentes.

La inexistencia de vigilancia nocturna no implica que estos edificios estén totalmente desprovistos de medidas de seguridad. El problema es que la protección física, con agentes de seguridad, se reduce a las horas en las que los juzgados están abiertos al público. En el palacio de justicia de Leganés, por ejemplo, hay vigilantes de lunes a sábado durante 12 horas al día. Pero no hay guardias ni por la noche ni durante los domingos y festivos. En Navalcarnero, la vigilancia física se extiende de diez de la mañana a tres de la tarde. En Collado Villalba, que ahora dispone de tres sedes judiciales, hay guardias entre las nueve de la mañana y las tres de la tarde, y entre las cinco y las ocho de la tarde para el juzgado de guardia. EL PAÍS intentó ayer, sin éxito, dialogar con la gerencia del Ministerio de Justicia sobre las medidas de seguridad en los juzgados.

Nivel óptimo en la capital

En la capital, con una docena de sedes judiciales distribuidas por todo el casco urbano (sin incluir las de ámbito estatal como son el Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional), el nivel de seguridad es, en general, óptimo. Aunque también quedan edificios judiciales que carecen de vigilantes nocturnos. Eso ocurre, por ejemplo, con el inmueble de los juzgados de lo social (antiguas magistraturas de trabajo) ubicado en la calle de Hernani, donde unos cacos se llevaron un televisor, el año pasado, tras colarse por una ventana. Aquí, la vigilancia cubre 12 horas diarias, excluyendo noches y domingos. Los sábados, según los citados medios, hay seguridad física entre las ocho y las tres de la tarde. En situación similar se hallan los juzgados de lo civil situados en la calle de Orense, los ubicados en María de Molina y los del Registro Civil de la calle de Pradillo. También hay deficiencias en la Sección Civil de la Audiencia, en la calle de Ferraz. Integrada por 13 tribunales que atienden recursos sobre pleitos entre ciudadanos, en la Sección Civil tampoco hay seguridad nocturna, aunque en ella 'vive un conserje', según los citados medios.

Las sedes judiciales que gozan de un nivel óptimo de seguridad las 24 horas del día son las de la plaza de Castilla (con 30 vigilantes repartidos por turnos y guardias civiles para custodiar a los presos de los calabozos), la Sección Penal de la Audiencia -situada en la calle de Santiago de Compostela, que dispone de policías y vigilantes de seguridad a todas horas- y la sede del Tribunal Superior de Justicia, en la plaza de las Salesas. Vigilancia nocturna poseen también las dos sedes judiciales de la Gran Vía, números 19 y 52, que albergan 27 juzgados de lo contencioso, seis de lo civil y dos de menores. E igual ocurre con la sede central de la Fiscalía de Menores de Madrid, en la calle del Bambú (Chamartín).

Precisamente desde la fiscalía de Madrid partieron, tras el asalto a los juzgados de Getafe, las primeras quejas contra Justicia por las deficiencias de seguridad en buena parte de los juzgados de la Comunidad.

Los inspectores del Consejo General del Poder Judicial han elaborado ya el informe sobre el robo perpetrado en Getafe. Este informe, según el vocal por Madrid del Consejo General del Poder Judicial, Javier Martínez Lázaro, revela 'la absoluta carencia de medios de seguridad' reinante en los juzgados getafenses cuando se produjo el robo. Martínez Lázaro, quien está a la espera de recibir otro informe sobre la seguridad en todos los juzgados, reconoce que las deficiencias, al menos en las sedes de la periferia, son generalizadas.