Interior atribuye a la inmigración el aumento de la criminalidad en más de un 9%

Aumentan los delitos porque sube la población de hecho en España debido a la inmigración. Con este argumento, el Ministerio del Interior explica el incremento en un 9,35% del número de delitos y faltas cometidos en los seis primeros meses del año pasado respecto al mismo periodo de 2000. El balance policial matiza además que en los ejercicios anteriores había descendido la criminalidad y 'no es posible pretender una baja indefinida de la delincuencia, que en las sociedades desarrolladas registra siempre una tendencia ascendente'. Justamente la contraria que la plantilla de la policía, que perdió unos 3.000 agentes en los últimos cuatro años, según la misma memoria.

La memoria de Interior reconoce el aumento de la criminalidad que se había detectado ya en los últimos meses, debido principalmente al incremento de los hurtos (un 23,93%) y los robos de vehículos (9,57%) o cometidos en el interior de coches (12,86%). Destaca en cambio la disminución de los delitos contra la libertad sexual, los tirones y las lesiones (que bajan un 10,9%).

Estos datos se refieren a los seis primeros meses de 2001 y se incluyen bajo el epígrafe de la Dirección General de la Policía por lo que se desconoce si incluyen las actuaciones de las policías autonómicas y la Guardia Civil. Lo mismo sucede con los homicidios que se cifran en 332 y que sólo se comparan de modo genérico: ' (...) en términos similares a años anteriores e incluso [un número] inferior al correspondiente a 1993'. Eso sí, atribuye una parte 'importante' de ellos a 'ajustes de cuentas entre delincuentes foráneos'.

Tiroteos y mafias

Las muertes a tiros entre miembros de mafias, singularmente procedentes de Colombia, ha provocado una fuerte polémica en Madrid, donde este año se han producido algunos asesinatos de gran impacto social como el de tres ciudadanos de ese país que murieron acribillados a tiros en septiembre, supuestamente por una deuda de drogas.

Asimismo la percepción de los españoles ha situado la inseguridad ciudadana como el tercer problema más importante tras el terrorismo y el paro, según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas de noviembre pasado, cuando en junio ocupaba el quinto lugar.

En todo caso, datos recopilados por EL PAÍS en noviembre mostraban un incremento de los homicidios, consumados o no, en los ocho primeros meses de 2001 del 4,33%. La memoria de Interior incluye la detención de 773 personas por esos delitos, si bien no especifica si también se refiere a los seis primeros meses del año.

En referencia a la disminución de la plantilla de la Dirección General de la Policía, la memoria se limita a expresar la disminución de efectivos en una gráfica que refleja una bajada desde más de 53.000 agentes en 1990 a los menos de 48.000 actuales, si bien no proporciona cifras exactas. Además incluye una previsión de recuperar el nivel de 51.000 policías que había en 1998 dentro de dos años, con la convocatoria de 3.150 plazas realizada en septiembre pasado.

Pero el que haya menos policías no implicó que las cárceles españolas estuviesen menos atestadas. Pese a que se pusieron en marcha dos nuevos centros penitenciarios el año pasado se mantuvo la ocupación de las prisiones al 106%, con una media de población reclusa de 40.088 personas, 919 más que en 2000.

De nuevo la memoria de Interior apunta una clara influencia de la mayor presencia de extranjeros en ese aumento ya que en septiembre pasado había 65 españoles presos más que 1998 pero 2.513 foráneos más en las cárceles.

Por otro lado, la policía arrestó a 27.479 personas por estancia ilegal en España y la Guardia Civil, 7.173, y se fletaron nueve vuelos a Nigeria y 29 a Senegal para devolver a ciudadanos de esos países.

Asimismo el balance recoge anécdotas como la del escurridizo pirata que vendía una maqueta inédita del grupo Estopa en Internet y que fue avisado del inminente registro desde el juzgado que lo permitió, o la del administrador de una empresa de Barcelona que supuestamente se había apropiado de cien millones de pesetas de la compañía y que sirvieron para realizar pagos en el casino de esa ciudad.