El pacto de sindicatos y patronal facilitará la paz social en 2002
Las subidas salariales se situarán en torno al 2,5% el próximo año
La firma del acuerdo interconfederal tiene 'un valor en sí mismo' y, además, 'transmite una señal de confianza firme en la superación de la coyuntura económica, contribuyendo a amortiguar sus efectos sobre el empleo'. Ésa es la valoración que hace el Gobierno en un informe interno del pacto cerrado por la patronal y los sindicatos. Cuatro semanas de discusión han bastado para que CEOE-CEPYME, CC OO y UGT se hayan comprometido a una negociación colectiva sin convulsiones en 2002.
El pacto que firmaron el 20 de diciembre José María Cuevas (CEOE), Antonio Masa (CEPYME), José María Fidalgo (CC OO) y Cándido Méndez (UGT) recupera los acuerdos de los años ochenta y sienta las bases para que más de 4.000 convenios, que afectan a seis millones de trabajadores, se cierren con una acentuada moderación salarial y en un ambiente de cierto sosiego social.
Como consecuencia de ese pacto, el Gobierno ha aparcado su proyectada reforma del marco de la negociación colectiva, pero a cambio inicia el año del euro y de su presidencia comunitaria con un acuerdo de efectos inmediatos. En su informe, el Ejecutivo lo califica de 'ejercicio de responsabilidad de los interlocutores sociales y señal de confianza a los mercados ante la coyuntura económica internacional'. Asimismo, da por hecho que ese consenso 'anticipa un clima de paz social'.
Y ello a pesar de que el proceso de discusión de los convenios se había ido alejando a lo largo de las dos décadas pasadas de una conflictividad aguda, y así lo reconocen las organizaciones patronales. En los años ochenta, el 60% de las jornadas perdidas por huelgas, así como el número de participantes, tenía como causa conflictos derivados de la negociación colectiva.
Ese porcentaje se ha ido reduciendo paulatinamente, y durante el año 2001 ha sido del 30%; el resto de huelgas ha tenido detonantes ajenos a la discusión de convenios. La firma del acuerdo interconfederal permite prever que en 2002 este tipo de conflictividad va a estar incluso más atenuada.
Pero, además, de sus efectos en acentuar la paz social, el pacto de la patronal y las centrales está llamado a tener un múltiple efecto positivo, o así al menos lo aprecia el Gobierno: 'Es una llamada al crecimiento moderado de los salarios, y contribuirá a mantener la inflación, el crecimiento económico y la creación de empleo'.
La pretensión de los negociadores es que los aumentos salariales tomen como referencia la inflación prevista (2%), y no otras estimaciones diferentes a las oficiales. Eso no obsta para que pueda haber alzas superiores sin agotar la productividad (1%), de forma que una parte se destine a sueldos y otra a empleo, lo que supone que las subidas pueden estar en torno al 2,5%, un punto por debajo del aumento medio pactado en los convenios de 2001.
Poder adquisitivo
Con ello se quiere garantizar el mantenimiento del poder adquisitivo, y mejorarlo un poco en aquellas empresas y sectores que gocen de mejor situación, ya que tanto la patronal como las centrales creen que la crisis no está afectando a todos por igual. Ante la hipótesis de que la inflación real sea superior a la prevista, recomiendan que se incluya una cláusula de revisión, sin un modelo a seguir, pero con la cautela de que no trunque el objetivo de moderación salarial. De esa forma, se sugiere que el mecanismo de garantía sirva para mantener el poder de compra.
Para las empresas más afectadas por la crisis, se recuerda la obligación de incluir en los convenios de ámbito superior (sectoriales, autonómicos y provinciales) cláusulas de descuelgue. Su contenido debe precisar las condiciones para que no sea de obligado cumplimiento el régimen salarial pactado en aquellas empresas cuya estabilidad económica pueda verse dañada.
Para UGT, con ese pacto pretenden 'enviar una señal de confianza a trabajadores y empresarios y al conjunto de la sociedad española', y permitirá 'conjugar el empleo con la defensa del poder adquisitivo'. CC OO resume así sus objetivos: 'Quiere ser un estímulo para combinar mejora cuantitativa y cualitativa del empleo, estabilidad de precios y competitividad de las empresas'.
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