Una orujera jiennense vierte más de 5.000 litros de alpechín a un arroyo

La Guardia Civil de Jaén ha detectado el vertido de más de 5.000 litros de alpechín en un cauce público procedente de la orujera Ainso de Navas de San Juan. La cantidad exacta está aún por determinar y podría ser incluso el doble. Se trata del mayor vertido que se produce en la provincia durante la campaña de recolección de la aceituna de este año. Los servicios de inspección han retirado muestras del líquido para conocer la carga contaminante que posee y su influencia sobre el arroyo Navas.

El alpechín es una sustancia altamente contaminante que resulta de la extracción del aceite. Con todo, los nuevos sistemas de producción han reducido los perjuicios que ocasiona. La delegada de Medio Ambiente en Jaén, Mercedes Fernández, indicó ayer que hasta el miércoles no se conocerá el resultado de los análisis, por lo que las posibles medidas correctoras se tendrán que determinar la próxima semana. El vertido se produjo cuando el líquido se trasladaba desde una balsa a otra para que quedase almacenado. El tubo se rompió y el alpechín cayó por un barranco, llegando hasta el cauce público, según explicó Fernández.

Una vez analizada la muestra se procederá a presentar la correspondiente sanción a la empresa. La delegada de Medio Ambiente destacó que el vertido ha sido producto de un accidente y no una actuación premeditada, situación que sí se producía en campañas anteriores. 'Ahora el nivel de concienciación de las empresas ha variado notablemente y lo que antes se hacía por costumbre ahora representa un acto involuntario', recalcó Fernández.

En la provincia existen 1.000 balsas en las que durante la campaña de aceituna se recoge el alpechín procedente de las almazaras. Medio Ambiente realiza cada año una campaña de inspección antes de que se inicie la recolección de la aceituna para evitar que balsas en mal estado terminen por filtrar este líquido en los arroyos de la provincia.

Medidas correctoras

El resultado de la primera inspección del año refleja que un 6% no se encuentra en condiciones adecuadas para albergar alpechín, por lo que los propietarios han sido conminados a emprender medidas correctoras para poder realizar el almacenamiento previsto.

En ningún caso se ha tenido que decretar el cierre de las fábricas debido a deficiencias graves, pero a lo largo de este mes de diciembre continúan las inspecciones para comprobar que se han realizado las medidas recomendadas por la Administración. Todavía está prevista una nueva inspección cuando finalice la campaña que evaluará los vertidos totales y la contaminación que se ha producido.

Los vertidos de alpechín contabilizados en la pasada campaña fueron cuatro frente a los quince de la precedente. Esto supuso una reducción del 26% en dos años que se debe a las inversiones realizadas en las industrias, que han sustituido prácticamente en el cien por cien de los casos el tradicional sistema de tres fases por el de dos, que ya no produce alpechín, aunque sí una nueva sustancia denominada alperujo. La inversión realizada por las almazaras supera los 50.000 millones de pesetas en la última década, sufragados fundamentalmente a través de fondos comunitarios.