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ESTA SEMANA
Columna
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La pinza ha muerto

En un hotel cercano al Parlamento andaluz, en el barrio sevillano de La Macarena, ya en la noche del jueves día 13, los dirigentes del PSOE, IU y CC OO firmaban el acuerdo sobre la 'estabilidad' de las Cajas de Ahorro El Monte de Sevilla y Huelva, y San Fernando. Un pacto que posibilitaba el control de ambas entidades por parte de los firmantes y el final para sus presidentes, Isidoro Beneroso y Juan Manuel López Benjumea, declarados poco menos que en rebeldía por la Junta de Andalucía.

Con evidentes señales de cansancio por tan largas sesiones negociadoras, los protagonistas de este novedoso entendimiento político no podían ocultar su satisfacción por el logro obtenido. Una alegría que iba más allá de lo que podría suponer el hecho de acceder a los órganos de gobierno de las cajas conforme a unas nuevas premisas, bien alejadas de las que representaban los 'primos'.

La firma del texto consensuado superaba lo estrictamente financiero, ya que traslucía un escenario político distinto en el que se desvanecían viejos fantasmas, eliminándose obstáculos que dificultaban hasta entonces una mínima convergencia entre el PSOE e IU en Andalucía. Fue en ese momento cuando, una vez estampadas las firmas, el secretario de Política Institucional de IU, Willy Meyer, en otro tiempo un aguerrido contrincante de los socialistas, llegó a confesarle al secretario de Organización del PSOE, Luis Pizarro: 'Luis, la pinza ha muerto'.

Tan concluyente afirmación de Meyer tuvo, incluso más tarde, otro inesperado respaldo, todo un gesto, al prosperar en la Cámara un paquete de enmiendas de IU a los presupuestos de la Junta para el próximo ejercicio, 'y sin pedir nada a cambio', precisaba la representante de izquierdas en el debate, Concha Caballero. Ese nuevo clima que se respira entre estas dos fuerzas no va a impedir, en cambio, que el PP mantenga su rumbo actual de extrema beligerancia, en una táctica que el presidente andaluz interpreta como un sucio método para enlodazar la vida política y llegar al punto de reclamar aquello de 'váyase, señor Chaves'.

Desterrar la crispación

La crispación que genera este tipo de juegos es uno de los males que pretende desterrar Chaves para el año que viene. La preocupación para combatir este auténtico elemento perturbador de la vida política andaluza debe convertirse, por tanto, en obligada referencia en el discurso navideño que el presidente grabará esta misma semana. No obstante, ese acuerdo feliz sobre las cajas sigue teniendo flecos que cerrar aún, sobre todo con el sindicato UGT, que se quedó fuera del mismo al resultar hasta ahora incompatible su trayectoria con CC OO.

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Los ugetistas tienen de plazo para encontrar alguna fórmula de reenganche a ese pacto hasta el jueves, día de cierre de las candidaturas, para el nuevo Consejo de Administración que se ha de configurar el sábado en la Asamblea General de la Caja San Fernando. Se desconoce qué salida encontrarán a este embrollo pero lo que está claro es que sería cuanto menos extraño un voto en contra de los representantes de este sindicato a un presidente propuesto por los socialistas, en virtud de dicho acuerdo, como es el caso del hasta ahora viceconsejero de la Presidencia, Alfredo Pérez Cano.

Así que sólo cabe comprobar si las fechas navideñas contribuyen, de alguna forma, a la confluencia de sindicatos y formaciones de izquierdas en los nuevos órganos de gobierno en las cajas sevillanas. También estos días festivos nos trae a Andalucía a un destacado representante del Gobierno central, como es el caso del ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, uno de los ilustres residentes de la 'unidad de quemados' que Aznar tiene en la Moncloa, tal y como ironiza el periodista Miguel Angel Aguilar.

Cascos presidirá el inicio de las obras del tramo Gerena-Camas, de la Autovía de la Plata y ubicado en la provincia de Sevilla. Será una buena oportunidad para que el ministro dé explicaciones de las deficiencias detectadas en la gestión de Acusur, la sociedad encargada del desarrollo de las obras hidráulicas en Andalucía oriental.

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