Salud al lado de casa, pero menos
Cuando concluya este año se habrán cumplido 18 desde que en 1983 Salud iniciara la reforma de la atención primaria. 18 años de aciertos, según la Administración sanitaria, pero también de malentendidos y desencuentros entre ésta y los usuarios. Se han dado casos en los que los vecinos de más de un pueblo, ante el temor a perder a su médico 'de toda la vida', se han echado a la calle, cortado carreteras y convocado encierros.
En un pueblo como Lanjarón (Granada), el alcalde dictó un bando conminando a sus vecinos 'a no morirse' ante la falta de médicos y de espacio en el cementerio. Y en Zagra, consistorio también granadino, de 1.215 habitantes, el máximo representante municipal, José León, fue aún más explícito y anunció: ' Queda terminantemente prohibido enfermar entre las tres de la tarde del viernes y las nueve de la mañana del lunes'. El motivo no era otro que, en esas horas, no había personal sanitario en el pueblo para atenderlos.
Casos como estos se registran de vez en cuando. Y ante eso, el Servicio Andaluz de Salud recuerda que hoy 'es inviable' mantener un médico en cada pueblo. 'Ni lo permite la legislación laboral europea, pues tendríamos que tener, no uno, sino seis médicos en cada pueblo para que pudieran rotar, ni resultaría eficaz para mejorar la calidad asistencial que pretendemos', explica Manuel López Serrato, jefe del servicio de Ordenación Sanitaria del SAS.
López Serrato participa en la reforma de la atención primaria desde su inicio. Conoce de memoria los médicos de familia que hay (4.117) y los centros de salud existentes (1.414). También conoce a la perfección cómo se organizan los distritos sanitarios, las zonas básicas de salud, los centros de salud de referencia, y hasta los consultorios locales y auxiliares.
Sobre los conflictos que de vez en cuando le plantean pueblos y alcaldes, López Serrato asegura que no suelen pasar 'a mayores', 'pero, en cualquier caso', dice, 'conozco pueblos que se han pasado hasta un año sin odontólogo, no por culpa del SAS, sino por no ponerse de acuerdo los vecinos'.
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