_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

La Rusia de Putin, con la OTAN

De momento, la Rusia de Putin no quiere entrar en la OTAN, sino estar con la OTAN. El acuerdo suscrito el pasado viernes en la sede de la Alianza, con ocasión de la reunión ministerial de otoño, para crear un Consejo Conjunto, eleva el rango de las relaciones entre Moscú y la antigua Alianza enemiga, diseñadas en el Acta Fundacional de 1997.

Rusia recibe de la OTAN un trato diferenciado del que la Alianza dispensa a los otros países con los que mantiene acuerdos de cooperación. El mundo ha cambiado. También Rusia, cuyo presidente está demostrando una habilidad diplomática probablemente no reconocida en su propio país. Pues, como siempre, en el seno de la sociedad rusa se mantiene una división entre los occidentalistas y los eslavistas, que se suma a los problemas propios del esfuerzo por ir saliendo adelante, día a día.

Más información
La euforia deja paso al realismo en las relaciones Washington-Moscú
Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Sin la cooperación de Rusia (y de China), EE UU no habría podido obtener tanto apoyo internacional para responder al ataque terrorista del 11 de septiembre. Rusia supo aprovechar la situación barriendo para casa en la cuestión chechena -aunque buscando una negociación- y enviando, casi como si fueran de liberación, fuerzas rusas a Kabul, de donde fueron expulsados los soviéticos. Su juego le permite también disponer de cartas a la hora de negociar con EE UU el desarrollo del escudo antimisiles que desea Bush.

De todas formas, no es seguro que Putin logre frenar la ampliación de la OTAN hacia el Este que los aliados han de decidir en su reunión de Praga la próxima primavera. La Alianza no está dispuesta a aceptar vetos externos, pero, a la vez, intenta congraciarse con Moscú, mientras Putin trata de involucrar a EE UU y la OTAN en lo que astuta y correctamente llama 'la lógica de los intereses comunes'.

La perspectiva de que Rusia llegue a ingresar en la Alianza Atlántica no es para mañana. Pero nadie excluye que sea para pasado, y que la OTAN se convierta así, de hecho, en la Organización del Hemisferio Norte. Un resultado que, si se queda en eso, pondría los pelos de punta al Sur. De momento, se intensifica la cooperación entre Moscú y la OTAN-EE UU. Si la Unión Europea, y cada uno de sus Gobiernos, no espabilan, se pueden encontrar limitados por este proceso en el desarrollo de su Política Exterior, de Seguridad y de Defensa Común.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_