El Gobierno dedicará el próximo año 1.328 millones al Tercer Mundo, sólo el 0,06% de su presupuesto

La Comunidad -que en 2002, tras recibir las transferencias del Insalud, tendrá el mayor presupuesto de su historia (unos dos billones de pesetas)- dedicará sólo 1.328 millones (un 0,06%) a la ayuda al Tercer Mundo. La Federación madrileña de ONG, que había reclamado un mínimo de 2.800 millones, califica de 'totalmente insuficiente' la cantidad prevista, pendiente todavía de aprobación en la Asamblea.

Este año el Ejecutivo autonómico ha destinado menos del 0,1% de sus fondos (1.255 millones) a paliar la desigualdad Norte-Sur.

María José Hueso, vicepresidenta de la Federación madrileña de ONG, que agrupa a 60 entidades de apoyo a los países subdesarrollados, se pregunta 'de qué sirve que el Gobierno regional haya elaborado un Plan de Cooperación (2001-2004) con unos buenos contenidos si no lo dota de presupuesto suficiente'.

La reclamación de las ONG es que las administraciones públicas destinen el 0,7% de sus presupuestos a proyectos de ayuda al Tercer Mundo, tal y como recomienda la ONU. El Gobierno regional nunca ha alcanzado ese 0,7%; sí lo ha hecho el Ayuntamiento de la capital, también del PP y que, con un presupuesto mucho menor (medio billón de pesetas), dedica este año 2.569 millones a estas ayudas. Por eso el Consejo Madrileño de Cooperación (con representantes de instituciones públicas y privadas y ONG) reclama desde 1999 que, al menos, el Ejecutivo regional se acerque a ese 0,7% de forma paulatina.

El primer paso propuesto por el Consejo era llegar a los 2.800 millones en 2000. No se cumplió:sólo se destinaron 1.221 millones. Este año, con 1.255 millones, tampoco se ha alcanzado esa cifra, ni se llegará en 2002 con los 1.328 millones previstos.

'Madrid ocupa, entre las 17 comunidades autónomas, un puesto de cola, el número 13, en porcentaje de dinero destinado a la cooperación al desarrollo. Se lo hemos recordado varias veces a los responsables regionales', dice Hueso. Este periódico intentó localizar, sin éxito, al director general de Emigración, Cooperación y Voluntariado, Tomás Vera, para conocer su criterio.