Nueva multa de Bruselas a firmas farmacéuticas por pactar precios

La industria farmacéutica recibió ayer un segundo varapalo de la Comisión Europea por sus prácticas comerciales en dos semanas. Las multinacionales Hoffmann-La Roche, Archer Daniels Midland, Jungbunzlauer, Haarmann and Reimer (propiedad de Bayer) y Cerestar Bioproducts han sido multadas ahora con 135,22 millones de euros (22.495 millones de pesetas) por pactar en secreto precios y repartirse el mercado del ácido cítrico, un aditivo esencial en la fabricación de alimentos, bebidas y medicamentos.

Esta nueva sanción económica llega dos semanas después de que Bruselas impusiera una multa sin precedentes de 855,22 millones de euros al conocido como el cartel de las vitaminas. La autoridad de la Competencia de la Unión Europea está haciendo valer su palabra. El propio presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, aseguró ayer que 'cazará y hará pagar' a todas aquellas empresas que participen en carteles. De hecho, la lista de compañías sancionadas por Bruselas se ha incrementado de forma espectacular este año y las multas son cada vez más llamativas. 'El mensaje para las empresas que participen en este juego es claro: no estamos dispuestos a tolerar cualquier intento de engaño al público europeo y que mine la competitividad de nuestra economía', reiteró.

Esta vez la multa (de 135,22 millones de euros) está dirigida contra cinco empresas que se repartieron entre 1991 y 1995 el mercado europeo del ácido cítrico. Este aditivo es el más utilizado por la industria alimentaria como acidulante y conservante en la elaboración de bebidas sin alcohol, mermeladas, postres de gelatina y verdura y fruta enlatada. También se usa en la producción de detergentes para sustituir compuestos químicos contaminantes, como los fosfatos. Y, por supuesto, es un componente esencial en un amplio número de medicamentos y de cosméticos.

Reparto

Esa sanción se reparte de la siguiente manera, en función de la gravedad de su actuación en el cartel. La Roche ha sido la peor parada, con una multa de 63,5 millones de euros. Le sigue la norteamericana Archer Daniels Midland (ADM), con 39,69 millones de euros; la helvética Jungbunzlauer (JBL), con 17,64 millones; la norteamericana Haarman and Reimar -ahora propiedad de Bayer-, con 14,22 millones, y la holandesa Cerastar Bioproducts, con 170.000 euros. Se da, además, el caso de que tres de ellas han participado en otros carteles. La Roche fue multada hace dos semanas con 465 millones de euros por ser la instigadora del cartel de las vitaminas, y ADM y Jungbunzlauer recibieron el yugo de Bruselas por su participación en el cartel del gluconato sódico.

La Comisión Europea inició su propia investigación en 1997, a raíz de que en Estados Unidos se acusara a las cinco empresas de participar en una conspiración internacional, de la que se declararon culpables. Según los datos de los que disponen los servicios de la competencia, existía un 'sofisticado' plan que les permitía establecer cuotas de venta, fijar precios, intercambiar información y ofrecer descuentos a los mayores consumidores mundiales de ácido cítrico para que aceptara sus precios.