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Los obispos se sienten víctimas de una campaña de desprestigio

'Hay medios que presentan una imagen repulsiva', dice el portavoz de la CEE

'Hay medios que presentan una imagen repulsiva de la Iglesia, un rostro irreconocible y esperpéntico, que no se corresponde con la realidad', se quejó ayer el portavoz de los obispos, Juan José Asenjo. Se refería a informaciones publicadas en los últimos meses sobre el escándalo Gescartera, en el que organizaciones católicas están implicadas, o a propósito del despido de profesores de religión por causas como casarse por lo civil, no ir a misa o tener actividad sindical.

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El chaparrón de críticas cayó ayer durante el turno de preguntas y respuestas tras la conferencia de prensa en la que el portavoz de los obispos dio cuenta de lo acordado por la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE), que ha estado toda la semana reunida en Madrid. Varios periodistas reprocharon a los prelados que digan sentirse perseguidos por una campaña de prensa adversa, generalizando además los reproches, y tanto el portavoz Asenjo como el presidente de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación y obispo de Sigüenza, José Sánchez, insistieron en quejarse amargamente de la 'actitud poco amistosa' de algunos hacia la Iglesia y la religión.

'El rostro que se ha dibujado de la Iglesia en este último año, para mí, que vivo mi fe en la Iglesia y desde la Iglesia, es irreconocible y esperpéntico. Algunos han presentado una cara absolutamente repulsiva de la Iglesia', declaró Asenjo.

José Sánchez, anterior portavoz de la CEE, aceptó más tarde que 'es muy difícil reflejar la realidad entera de una institución como la Iglesia, que es tan compleja y tan rica, con sus sombras y sus luces', pero inmediatamente remachó: 'La impresión generalizada que se saca sobre la Iglesia católica con algunos datos de estos últimos meses es mucho más sombría que la que tiene verdaderamente, que se da por conocida'. Según Sánchez, nada sería igual si se contara lo que la Iglesia realiza en la acción social, caritativa y educativa, y en el campo del culto y de la cultura. Si se hablase con profusión sobre esto, los asuntos tratados en estos meses, que, según el prelado, no son más que 'incidencias', quedarían neutralizados. 'La proporción de espacio que se ha dado a lo desagradable no se corresponde con la realidad de espacios luminosos que la Iglesia tiene', sostuvo.

Pero la 'campaña de los medios' no parece haber provocado desafecto eclesial, ni siquiera un propósito de enmienda para arreglar ese supuesto conflicto con los periodistas. Según Asenjo, la asamblea de los obispos ni siquiera discutió sobre tales nubarrones mediáticos en toda la semana, salvo para escuchar de pasada las lamentaciones del arzobispo de Valladolid, José Delicado, cuyo ecónomo, Antonio Peralta, ha sido uno de los actores secundarios del escándalo Gescartera. Por la versión ofrecida por Asenjo ayer, el arzobispo Delicado les dijo que lo que ha habido en este asunto son periodistas 'pirómanos' que por la mañana prendían fuego en un lugar y 'pirómanos' que por la tarde hacían fuego en otro lugar.

El dinero del Estado

Respecto al daño de esa supuesta campaña contra la Iglesia en organizaciones concretas, Asenjo se mostró optimista. Sólo 111 personas han retirado su suscripción a Manos Unidas por el escándalo Gescartera. Esta institución católica, que invirtió 50 millones en la citada agencia de valores, tiene 88.398 socios, y de enero a octubre pasados sólo sufrió 1.238 bajas, frente a 7.847 altas, dijo Asenjo.

La Conferencia Episcopal Española recibirá de los Presupuestos del Estado en 2002 algo más de 22.181 millones de pesetas, de los que 485 millones engrosan el presupuesto de la propia CEE [235,3 millones para pagar el sueldo de los obispos]. El resto del dinero entregado por Hacienda a la Iglesia va a parar a las diócesis. Así, el arzobispado de Madrid, que cuenta con un presupuesto oficial de 9.717, percibirá 1.277 millones de esas entregas del Estado. El documento con las cuentas de la Conferencia Episcopal para 2002 registra también unos ingresos de 43 millones por rentas de patrimonio, un 5,50% menos que en 2001. Y ofrece este otro dato: La CEE ingresará apenas un millón de pesetas (6.010 euros) por 'donativos'.

De izquierda a derecha, los obispos José Sánchez y Juan José Asenjo, y el gerente de la CEE, Bernardo Herráez.
De izquierda a derecha, los obispos José Sánchez y Juan José Asenjo, y el gerente de la CEE, Bernardo Herráez.EFE

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