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Vizcaya pagará a plazos los 2.500 millones para aumentar la seguridad de los túneles de Artxanda

La oposición censura que esta autovía de peaje ya no saldrá gratis a las arcas públicas

Las obras de esta autovía, que permitirá acceder en diez minutos al aeropuerto desde Bilbao, se iniciaron a mediados de 1999 y la última previsión es que concluyan la próxima primavera, con un año de demora sobre los plazos iniciales. La Diputación adujo, cuando impulsó este proyecto ya ideado por el socialista Indalecio Prieto en el primer tercio del siglo pasado, que razones técnicas y económicas aconsejaban encargarlo a la iniciativa privada. La contrapartida era la implantación de un peaje que para los turismos oscilará entre las 123 y 172 pesetas por paso, aunque con descuentos de hasta el 60% si se utiliza con mucha frecuencia.

Pero los accidentes de tráfico ocurridos en túneles de los Alpes llevaron a la Diputación a replantearse las medidas de seguridad, lo que se ha traducido en la inclusión de tres galerías de evacuación en los dos túneles principales. El diputado foral José Félix Basozabal dijo que estas medidas facilitan una posible evacuación y el acceso de los equipos de emergencia. 'El único inconveniente es el incremento de la inversión y el retraso en la obra civil'.

Basozabal afirmó que el proyecto también se modificará con la mejora del edificio que acogerá el peaje y medidas para evitar ruidos en las viviendas cercanas a los túneles. El sobrecoste aumentará entre 2.300 y 2.500 millones de pesetas -'aún no está cerrado', precisó- el presupuesto global previsto de 15.000. No concretó las partidas de cada nueva medida y sólo dijo que 'la mayoría' de los 2.500 millones se destinan a las galerías de evacuación.

El diputado de Obras indicó que este gasto adicional obliga a 'restituir el equilibrio económico-financiero' de la concesionaria, para lo que, según expuso, hay tres soluciones: aumentar el peaje, incrementar el plazo de concesión o establecer un pago aplazado. Basozabal desechó las dos primeras opciones y anunció que su departamento ha elegido la tercera, que podría ejecutarse a través de una de las cláusulas del convenio existente: si se superan los 1.268 millones de recaudación anual en peajes, la Diputación se lleva el 70% de los excedentes.

La oposición censuró que la autovía vaya a costar dinero público así como la falta de previsión sobre las medidas de seguridad. Jesús Isasi (PP) consideró que se están 'malinvirtiendo 2.500 millones' y defendió que ese dinero sea aportado por la concesionaria. 'Usted dijo en estas Juntas, el 21 de noviembre de 2000, que [en este proyecto] no hay una peseta de dinero público'.

Txema Piko (Batasuna) incidió también en el incumplimiento de esta promesa y aseguró que ahora 'tengo claro que no hay justificación para gastar 2.500 millones'. Arguyó que hace un año, en una visita a las obras, responsables de la concesionaria anunciaron a los junteros vizcaínos que ejecutarían las galerías de evacuación, las medidas acústicas y las mejoras del edificio y 'que ellos lo pagarían'. Mikel Cabieces (PSE) dijo que su crítica se basaba en que no se hhubieran previsto antes las medidas de seguridad.

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