Los productores audiovisuales del País Vasco pretenden impulsar acuerdos de coproducción con compañías chilenas

Productores audiovisuales del País Vasco y de Chile se reunieron ayer en San Sebastián para sentar las bases que permitan potenciar acuerdos de coproducción entre sus empresas. 'Se trata de rescatar y materializar el concepto de industria cultural; para crear contenidos tiene que haber una base económica', explicó Jon Artatxo, director gerente de la Asociación de Productoras Independientes del País Vasco, que agrupa a 38 compañías.

En la actualidad, el trabajo conjunto en este terreno es mínimo. Ninguna productora audiovisual del País Vasco se ha aventurado a caminar por esta senda, a excepción de Igeldo Produkzioak, que entre sus últimas coproducciones con Latinoamérica ha firmado con una compañía chilena Punto de partida, una película de tintes sociales.

'En Euskadi no se ha abordado este trabajo con planteamientos industriales. Por eso apenas se dan las coproducciones', apunta Ángel Amigo, responsable de Igeldo Produkzioak. 'En mi caso lo he hecho por algo muy simple, porque no tengo dinero aquí, por subsistencia', agrega.

Su caso es la excepción que los productores independientes quieren ahora generalizar. Pero la idea va más allá de una colaboración entre Chile y el País Vasco, apunta Alejandro Caloguerea, presidente de La Factoría, consorcio que aglutina a las mayores productoras de aquel país. 'Se trataría, y ya hemos contactado con Canadá y con Francia, de crear una red internacional de productores independientes'.

Caloguerea cree que todos deben estar unidos frente a una 'misma amenaza': la producción audiovisual americana. 'Necesitamos proyectos comerciales que puedan tener éxito a nivel internacional y eso sólo lo podemos lograr a través de las coproducciones', explica.

Amigo discrepa: 'Con los americanos no se puede competir ni en dinero, ni en recursos, ni en los gustos del público. Ahora, todos los contactos y acuerdos de este tipo me parecen buenos'. Por el momento, según Caloguerea, la SPRI negocia con un organismo chileno un convenio de transferencias tecnológicas.