La comisión antisida de Bilbao amplía su servicio para toxicómanos 'sin techo'
La ONG tramita el 33% del intercambio de jeringuillas en Euskadi
La Comisión Ciudadana Antisida de Vizcaya ultima estos días las obras de ampliación que le permitirán ofrecer, en cuanto acaben, nuevos servicios como duchas y lavadora, además de otros que ya existían, como el intercambio de jeringuillas. Los servicios están dirigidos básicamente a toxicómanos sin techo. El local, que comenzó a funcionar en 1986, permanece abierto sólo de día. La ampliación ha sido financiada con subvenciones públicas y forma parte de la rehabilitación de Bilbao La Vieja.
Cuando concluyan las obras, que ya están sólo pendientes de algunos detalles, el local de la comisión antisida en Bilbao La Vieja duplicará sus actuales 50 metros cuadrados. La nueva zona dispone de una ducha, dos lavabos, una lavadora, un frigorífico, una pequeña cocina y, en breve, unos sofás y calefacción, de modo que sea también una sala donde descansar un rato bajo techo y tomar un caldo o un café, según Belén Bilbao, presidenta de esta ONG.
El cierre de los soportales de La Naja, un lugar infecto, pero donde los toxicómanos más desarraigados, los sin techo, solían cobijarse, les dejó en un desamparo aún mayor. Ampliar este servicio, que usarán unas 70 personas, era un proyecto demandado por los grupos que trabajan esa zona y uno de los proyectos incluidos en el plan general de rehabilitación de Bilbao La Vieja. El centro Hontza, que Cáritas prevé reabrir a principios de diciembre tras una agria polémica con los vecinos, ofrecerá unos servicios similares, pero de noche y en otro barrio, aunque distante menos de un kilómetro.
La comisión ciudadana trabaja en la prevención del sida. Ello incluye tareas como dar atención básica a personas que malviven al margen de los cauces de la atención sociosanitaria normalizada para minimizar el riesgo que suponen para sí mismos y el resto de la población, además de intentar que sus vidas sea algo más dignas. También pretende ejercer de cauce para , en la medida de lo posible, derivar a sus usuarios a los servicios de atención ordinarios.
La ONG continuará entregando, dentro de un programa oficial para la prevención del sida, jeringuillas nuevas a cambio de usadas. En su pequeño local se realizó el 33% de los intercambios de jeringuillas hechos en 2000 en Euskadi en farmacias, las cárceles de Martutene y Basauri y las ONG. La comisión recuperó el 84% de las jeringuillas entregadas.
La presidenta de la comisión antisida defiende a las ONG que trabajan en este ámbito frente las críticas de personas molestas ante su presencia: 'Nosotros no somos parte del problema, sino parte de la solución', insiste Bilbao.
La Secretaría gubernamental de Drogodependencias, la Diputación de Vizcaya y el Ayuntamiento de Bilbao han aportado, a partes iguales, diez millones para las obras.
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