'E-learning', una formación en pañales
Las universidades se preparan para integrar la enseñanza electrónica y las nuevas tecnologíasExpertos subrayan la ventaja de Cataluña en aplicación de las nuevas tecnologías a la docencia
Las universidades continúan siendo las generadoras de cultura de antaño, pero en los últimos años su escenario ha cambiado radicalmente. El impacto de las nuevas tecnologías está transformando su marcha. La universidad de este siglo deberá integrar un nuevo concepto de aprendizaje que algunos acuñan como la 'bomba académica'.
Se trata del E-learning, término elegido por los especialistas en mercadotecnia para designar a la cada vez más en boga educación electrónica. Una formación que juega con dos parámetros a su favor: sin fronteras geográficas, ni horarios en un mundo cada vez más globalizado.
Pero la universidad del XXI no depende sólo de eso. La formación presencial deberá dotarse de las herramientas de última generación. Y para que ambas enseñanzas sean eficaces no basta con introducir las tecnologías aisladamente: pizarras por cañones de diapositivas. La clave está en las actitudes de las personas. Por tanto, es inútil preguntarse si es idónea esta metodología sin reformularse previamente el nacimiento de un nuevo tipo de docentes y consiguientemente de alumnos. Ésta fue la principal conclusión del I Congreso sobre Aplicación de las Nuevas Tecnologías en la Docencia Presencial y el E-learning celebrado en la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de la Universidad Cardenal Herrera-CEU. Representantes de 24 universidades españolas e hispanoamericanas participaron en esta cita dirigida principalmente a profesores de enseñanzas medias, investigadores y estudiantes de postgrado. Un encuentro en el que se reconoció que las universidades valencianas tienen planes para cambiar prácticas asentadas durante años con diseños ágiles y donde se insistió en que la docencia puede ser enemiga de la calidad en esta nueva enseñanza si desaprovecha el tren de las últimas tecnologías.
La Conferencia Mundial sobre Educación Superior de la Unesco (1998) subrayó el papel que las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) tienen en el desarrollo educativo y lo estableció como marco de acción prioritario.'Muchas veces nos dejamos impresionar por los cacharros, cuando lo importante son las personas. De hecho, Internet no son ordenadores y cables, sino 50 millones de personas que en un determinado momento utilizan una tecnología, pero para comunicarse', dice Jordi Adell, director del Centro de Educación y Nuevas Tecnologías aplicadas a la formación presencial y a distancia de la Universidad Jaume I de Castellón (CENT). Este profesor, uno de los ponentes en el congreso sobre aplicación de nuevas tecnologías a la docencia celebrado en la Universidad Cardenal Herrera de Valencia, se presentó a sí mismo como un niño de diez años en este ámbito. Y es que su 'segundo nacimiento', confiesa, fue en 1991, cuando empezó a dirigir el CENT, una unidad dedicada a la innovación didáctica y tecnológica especializada en la mejora de los procesos de enseñanza, dejando atrás la asignatura de Teoría de la Educación que impartía.
Su intervención provocadora y de 'niño protestón', constituyó una especie de columna en torno a la cual se vertebró el resto. 'La docencia es la hermana pobre en recursos y en presencia de las nuevas tecnologías y, hoy por hoy, es un medio hostil para la calidad de la educación. Por cada 1.000 pesetas que se invierten en gestión, se destina una a docencia'. Las razones son diversas, pero no misteriosas. 'La universidad', agregó, 'sigue siendo reacia a la innovación en los métodos didácticos, pese a la insatisfacción que periódicamente muestran profesores y estudiantes'. En cuanto a los recursos, añadió, 'son bastante escasos'. Entre las razones evidentes que explican este estado de cosas estarían, a su juicio, los poderes públicos que 'se inhiben revistiendo con etiquetas la inversión que hacen en ordenadores'. 'Por tanto', comentó a EL PAÍS, 'los niños estamos incapacitados para jugar esta formación con los incentivos temporales para formarnos y recursos económicos existentes. Alguien debería dar explicaciones a la sociedad que paga impuestos, sobre qué pasa con esas iniciativas. Se empezó con una arrancada de caballo y hemos tenido una parada de burro. Cataluña nos lleva diez años. de ventaja'. Como contraste, se refirió a la iniciativa del Massachusetts Institute of Technology, un centro privado que recibe muchos fondos públicos y ha decidido revertir los conocimientos a la sociedad. En un plazo de entre cinco o diez años, esta universidad, que puede presumir de tener una de las mayores ratios de premios Nobel del mundo, colgará los materiales docentes en Internet. Los apuntes de Noam Chomsky, por ejemplo, estarán en la red.
En España ya hay sitios especializados capaces de hacer sombra a la universidad presencial, como la Universitat Oberta de Catalunya, que expide títulos virtuales. En materia de educación a distancia, los cimientos los puso la UNED. Las universidades valencianas con sus incipientes campus virtuales se dirigen más, de acuerdo con Adell, a reducir el número de créditos presenciales en las aulas. No se trata tanto de graduarse en Biología, por ejemplo, a través de Internet, sino de reestructurar parcialmente la carga lectiva con alguna asignatura impartida a distancia. Además, dado el descenso de universitarios de nuevo ingreso, las universidades se encaminan a incrementar la oferta de masters y formación de postgrado con este formato, dirigida sobre todo a los profesionales que miran a la universidad para reciclarse o completar su formación, es decir, población adulta. 'En EEUU la mitad de la formación universitaria es adulta' reveló el profesor castellonense. No obstante, matizó, 'no todo el mundo va a recibir formación superior de élite sin levantarse de la cama. Pese a la mejora de las tecnologías de comunicación a distancia, jamás se ha viajado tanto como hora y se han escrito más libros'.
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