Atención inconstante y falta de interacción

El congreso permitió a los profesores inscritos en el Fórum sobre docencia universitaria, único existente en España y dependiente de la Universidad de Barcelona, que se vieran las caras. Su responsable, Begoña Gros, explicó que hay 450 usuarios inscritos, desde su creación en 1996, de los cuales el 66% corresponde a la Universidad de Barcelona; el 21%, a otras universidades españolas y el 9% es latinoamericano. La baja implicación docente en un portal que permite conocer e intercambiar experiencias innovadoras en la docencia, da claves para la reflexión. Además, según un estudio emprendido desde esta plataforma el curso anterior, el 80% de los usuarios leía los mensajes pero sólo el 6% emitía mensajes y participaba. Este es el segundo mal que afecta a la educación a distancia: el mantenimiento de la atención y la interacción.

David Puente, desde su experiencia, tanto en la Universidad de Sevilla como desde una consultora de Tecnologías de la Información e Ingeniería, ha podido observar esa pauta. En el primer curso de Nuevas Tecnologías para el Aprendizaje a través de Internet, que comenzó en 1999/2000, fue decepcionante: 'Contábamos con un contenido que era diseñado a medida que el curso avanzaba, cosa que por nada del mundo aconsejamos a nadie que haga. El avance de los alumnos por el curso no seguía su ritmo de aprendizaje, sino el ritmo que nosotros, los tutores, estimábamos oportuno, nuevamente otro error de considerable importancia. Las prisas evitaron que más del 50% de los alumnos finalizaran el curso con éxito'. En la edición 2000/2001 el 70% lo ha finalizado con éxito y una parte del 30% restante se ha disculpado por no acabar en los plazos previstos.

Entre el público, Silvia López, tutora on line de Virtuaula y periodista, incide en lo mismo: 'Es difícil lograr mantener la atención del alumno a través de Internet y esquivar la desconfianza existente, aunque las posibilidades son infinitas'. La cuestión de base, para Pedro Pernias, secretario de nuevas tecnologías en la Universidad de Alicante, no está en simplificar esta visión: 'La interacción también puede fallar en el aula ordinaria con docentes y alumnos que comparten espacio'.

Se habló también de las buenas prácticas en el E-learning. Para que éste funcione es indispensable tener el patrocinio de la dirección de la institución. En el caso de la universidad, se necesita la colaboración del equipo rectoral para adaptarse al cambio, además de disponer de contenidos amenos y realizar funciones de tutorización y seguimiento de los cursos. Que no sea presencial no significa abandono de la docencia. Por ello, la puesta en marcha de un buen proyecto de E-learning supone un coste económico que también se debe asumir.