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La presidencia de Caixa Ontinyent dependerá de las Cortes Valencianas

Unión Valenciana logra tres representantes en Bancaixa por el cupo de ayuntamientos

El PP tiene garantizada la presidencia de Caixa Ontinyent si niega toda representación a la oposición parlamentaria -tal y como ha sucedido esta semana en Bancaixa- en los 11 candidatos que deben elegir las Cortes Valencianas antes del próximo 18 de diciembre. La moción de censura realizada a finales de octubre en Ontinyent, que desalojó de la alcaldía a la popular Lina Insa en detrimento del nacionalista Rafael Portero, con apoyo del PSPV, permite a la izquierda tener la mayoría en la asamblea de Caixa Ontinyent. Sin embargo, la izquierda no podrá presentar candidato a la presidencia si no dispone de representación en el cupo de la Generalitat, aun teniendo la mayoría.

El recambio producido en la alcaldía de Ontinyent garantiza al PSPV y al Bloc la mayoría en la asamblea de Caixa Ontinyent. Sin embargo, para que esta mayoría permita el acceso a la presidencia es necesario contar con representantes en todos los cupos que integran la asamblea: Generalitat, corporaciones locales, impositores y empleados. Las Cortes Valencianas, en representación de la Generalitat, deben renovar a 11 miembros de la asamblea de la entidad, que en caso de aplicarse el criterio de proporcionalidad supondrían seis representantes para el PP, cuatro para el PSPV y uno para Esquerra Unida. El presidente de Caixa Ontinyent es en la actualidad el empresario Rafael Soriano, considerado un hombre muy próximo al presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, que se halla avalado por un consejo de administración en el que hay un total de siete representantes del PP, cinco del PSPV y dos de los empleados. Fuentes del PSPV aseguran que, durante la corta negociación con el PP para renovar el cupo de la Generalitat en Bancaixa, los populares pusieron como condición la renuncia expresa de la oposición a la presidencia de la tercera caja de ahorros de la Comunidad Valenciana (33 oficinas).

La decisión del PP de romper el consenso institucional sobre las cajas de ahorro valencianas en la renovación del cupo de la Generalitat en la asamblea de Bancaixa, así como el precipitado anuncio de constituir una corporación financiera entre esta entidad y la CAM, ha levantado un intensa polvareda política. Una polvareda política que ha trasladado la incertidumbre a los procesos de renovación de las asambleas generales de la CAM, que debe concluir el 21 de diciembre, y de Caixa Ontinyent, que termina sólo tres días antes. El consejero de Economía, Vicente Rambla, tachó ayer de 'inconcebible' que la oposición rechace 'de manera frontal' la decisión de crear una corporación financiera entre Bancaixa y la CAM. Rambla señaló que la corporación 'es una clara muestra de que las dos entidades quieren trabajar conjuntamente en el apoyo a las empresas valencianas y en la participación de sectores estratégicos de la Comunidad Valenciana, lo que es perfectamente compatible con que sigan manteniendo sus niveles de competencia en sectores bancarios en los que están trabajando de forma absolutamente normal'.

Por su parte, el vicesecretario general del PSPV, José Luis Ábalos, afirmó que el presidente de la Generalitat 'se ha superado a sí mismo al pasar del autoritarismo al totalitarismo' al adjudicarse el copo de los representantes de la Generalitat en Bancaixa el pasado jueves.

Ábalos criticó la creación de la corporación financiera acordada entre Bancaixa y la CAM y argumentó que 'el PP está elaborando una trama que le va a permitir la recolocación de personas' y que no le 'extrañaría que algún ex consejero se viera situado en esta red'. El contrapunto lo ofreció el secretario local del PSPV en Alicante, Ángel Franco, que calificó la corporación financiera anunciada de 'positiva, siempre y cuando no esconda una absorción de la CAM por parte de Bancaixa'. Franco explicó que esta corporación 'incluso podría demostrar que ambas cajas pueden convivir en un mundo globalizado'.

Por otra parte, los procesos de renovación de la asambleas de las tres cajas de ahorro valencianas están arrojando algunas sorpresas. Unión Valenciana, que sólo tenía previsto lograr un representante en Bancaixa por el cupo de las corporaciones locales, contará finalmente con tres, al añadir al representante por Xeresa, que todo el mundo daba por seguro, un segundo representante por Albal y un tercero por Tavernes Blanques. En este último caso, el designado es el ex consejero de Agricultura Salvador Ortells, que logra presencia gracias al pacto de gobierno local de socialistas y regionalistas.

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