El PSPV denuncia la desaparición de 720 millones en el hospital de Vila-real

El diputado socialista José Camarasa y el consejero de Sanidad, Serafín Castellano, cruzaron ayer duras acusaciones y amenazas en la comisión de Sanidad de las Cortes. Durante una comparecencia solicitada por el PSPV para que el Consell informara sobre la adjudicación y ejecución del hospital de La Plana, en Vila-real, así como sobre los modificados y proyectos complementarios autorizados con posterioridad, el diputado socialista denunció la desaparición de 720 millones de pesetas.

En su intervención inicial, Castellano indicó que el proyecto inicial del centro hospitalario ascendía a 3.596 millones de pesetas, cantidad a la que se añadieron dos proyectos, uno de 716 millones de pesetas y otro de 719 millones de pesetas. Camarasa rectificó al consejero y le instó a denominar 'modificado' al 'complementario' de más de 720 millones de pesetas, que, según manifestó, debían ir destinados a la construcción de aparcamientos subterráneos y que 'han desaparecido en un sumidero'. 'Alguien', añadió Camarasa, 'se ha llevado, se ha trincado, se ha levantado 720 millones de pesetas'. El diputado socialista aseguró que el Síndic de Comptes 'avala' sus afirmaciones.

Visiblemente contrariado, Castellano replicó que 'no ha desaparecido absolutamente nada' y aseguró que esos millones cuya desaparición había denunciado Camarasa 'se los ha llevado el hospital para su construcción'. El consejero advirtió al parlamentario socialista de que si persistía en 'insinuar que alguien se ha llevado 719 millones', actuaría en consecuencia, porque, según añadió, 'no es de recibo' que se hagan estas acusaciones. Camarasa mantuvo lo dicho y aseguró que las amenazas del consejero le pillaban 'mayor'.

Por otra parte, en la sesión matinal de la misma comisión, el PP rechazó una propuesta del PSPV, que contó con el apoyo de Esquerra Unida, para autorizar el uso terapéutico del cannabis. La iniciativa aseguraba que se ha demostrado la efectividad del cannabis contra los vómitos y otros efectos secundarios de la quimioterapia utilizada en el tratamiento del cáncer y el sida y señalaba que la ilegalidad en que actualmente se encuentra esta sustancia impide que las personas necesitadas disfruten sus beneficios. El popular Antonio Clemente justificó el rechazo de la iniciativa por considerarla 'científicamente incorrecta, políticamente oportunista y socialmente muy peligrosa'.