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La caída de Herat es clave para la conquista de Kandahar, el feudo de los talibanes

Herat, la principal ciudad del oeste de Afganistán cayó ayer en poder de la Alianza del Norte, con lo que prácticamente el régimen talibán ha perdido la mitad norte del país. Según fuentes de la alianza opositora, ha sido el casi legendario general Ismail Jan, más conocido como el León de Herat y antiguo gobernador de esta provincia, quien ha encabezado su reconquista.

Ismail Jan defendió Herat durante la época de la invasión soviética y durante el régimen del asesinado presidente Najibulá, en 1992, se convirtió en su gobernador, cargo que conservó con el depuesto presidente Burhanuddin Rabbani hasta convertir este importante nudo de comercio y comunicación entre Afganistán, Turkmenistán y Afganistán en una especie de reino de taifa casi independiente del Gobierno de Kabul. Pero con la llegada de los talibanes, Ismail Jan tuvo que ponerse de nuevo al frente de sus muyahidin para defender su reino que finalmente perdió en septiembre de 1995. Desde entonces, Ismail Jan, se unió a la resistencia contra el Gobierno de Kabul, si bien el objetivo de su lucha fue siempre la reconquista de Herat.

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Anoche los talibanes seguían sin reconocer la caída de esta ciudad, la más rica del país, tanto por su agricultura como por su comercio. 'He hablado por teléfono con el comandante Ismail Jan y me ha dicho que sus hombres controlan ya todo Herat', dijo Ashraf Nadim, portavoz de la Alianza del Norte.

Al parecer, en el ataque contra Herat se utilizaron carros de combate y lanzaderas de misiles facilitados a Ismail Jan y a su hombres por Irán, país que tiene un enorme interés en esta zona.

Herat, enclavada en un fértil valle, tenía 250.000 habitantes antes de la ocupación soviética (1979-1989), pero durante ese periodo su población creció hasta los 400.000 habitantes, mitad tayikos y mitad pastunes, aunque también hay un pequeño porcentaje de hazaras, que son de religión islámica shií. Herat, frontera entre la antigua civilización persa y las tribus bárbaras, siempre ha permanecido bajo la influencia iraní.

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Fuentes de la Alianza del Norte aseguraban ayer que desde Herat, los combatientes de Ismail Jan iniciarían el descenso imparable hasta la conquista de Kandahar, sede de la autoridad máxima talibán y capital histórica de Afganistán. Sin embargo, los expertos en la zona destacan que existen serias dudas sobre la posibilidad de que el León de Herat se aventure a abandonar su ansiada tierra reconquistada para lanzarse en persecuención de los talibanes. Durante la década pasada, Ismail Jan rechazó siempre cualquier cargo en el Gobierno de Kabul porque no quiso separarse de su tierra. El León de Herat tan sólo aceptó que su rango militar fuese elevado desde comandante a general. Pero si el armamento recibido por Ismail Jan procede de Irán, el general podría haberse comprometido a aliarse con Karim Halili, líder de los hazaras y principal representante en Afganistán de los intereses iraníes, para marchar sobre Kabul o sobre Kandahar.

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