El centro Hontza reabrirá en diciembre y en 2003 se trasladará a una iglesia

Tras cuatro meses de polémicas, el Ayuntamiento de Bilbao ha adoptado una decisión intermedia para desbloquear el conflicto sobre el centro Hontza para toxicómanos: volverá a abrir el 1 de diciembre en su actual emplazamiento, pero sólo hasta el 31 de diciembre de 2002, cuando se trasladará a la parroquia bilbaína de San Antón. El alcalde, Iñaki Azkuna, acepta así la propuesta planteada por el obispo de Bilbao, Ricardo Blázquez, para resolver la resistencia vecinal al local de atención nocturna a drogodependientes.

Esta solución temporal fue presentada ayer con extremo cuidado por Azkuna, acompañado del obispo Blázquez. 'Tenemos que hacer un esfuerzo de humanidad con esta gente'; 'comprendo que nadie quiera tener un centro de estas características al lado de su casa'; 'hemos iniciado conversaciones con los vecinos y hay que seguir hablando con ellos'. Fueron algunas de las afirmaciones del alcalde sobre el centro Hontza, que se abrió el pasado 30 de junio por iniciativa de Cáritas para atender a toxicómanos entre las diez de la noche y las siete de la mañana, pero tuvo que cerrar 14 días después por la fuerte presión vecinal.

Azkuna aseguró que se ha buscado 'dar una alternativa' y evitar que se ubique 'para siempre' en su actual ubicación. Agregó que 'pase lo que pase' se cerrará en este emplazamiento el 31 de diciembre de 2002.

El obispo de Bilbao, que incidió también en que no se debe 'abandonar a estas personas', en referencia a los drogadictos sin techo y pidió sacrificios 'a todos, también a los vecinos', especificó que el local tendrá después una entrada independiente en la iglesia de San Antón. 'Esta alternativa es compatible con el funcionamiento de la parroquia. El servicio será completamente independiente, tanto en horarios como en espacio'. Blázquez añadió que se ha establecido la fecha del 1 de enero de 2003 debido a las actuales obras en San Antón, 'que no permiten ubicar' ahora allí el centro.

El alcalde destacó la máxima implicación en este asunto de la Iglesia y anunció que ayer ya se celebró la primera reunión con los vecinos para explicarles esta opción. El consistorio colaborará económicamente en las obras para habilitar el servicio a los drogodependientes en San Antón.

Los vecinos mostraron ayer una actitud comedida ante la decisión, aunque recalcaron: 'No nos satisface que se abra. Lo que queremos es que esté cerrado', dijo un portavoz. Este representante añadió que están 'en una situación de espera', pendientes de que el Ayuntamiento concrete esta propuesta, 'cómo va a funcionar, los servicios que ofrecerá y las prestaciones para el barrio. Han quedado en explicárnoslo al detalle, luego se expondrá ante la asamblea del barrio y se tomará una decisión'.

Los grupos municipales bilbaínos también fueron informados ayer de la solución adoptada. La concejal de IU, Julia Madrazo, la calificó de 'aceptable, pero temporal' y consideró importante la posición de la Iglesia 'que aporta un local de su propiedad para continuar la prestación de un servicio que es muy necesario'. Hace una semana, 171 entidades y diversas personalidades reclamaron la reapertura de Hontza.