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Coosur se derrite en el aceite

La empresa pública acumula pérdidas que superan los 6.000 millones de pesetas desde 1996

La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) tiene cerrado el cuaderno para la venta de Coosur. Casi una década después de que los socialistas anunciaran la privatización de la compañía, la sociedad pasará a manos privadas en medio de las críticas del sector, que acusa a la empresa de vender con precios a la baja a cuenta del Estado, con graves perjuicios para el resto de las industrias. El presidente de la Asociasción de Ennvasadores de aceite, Antonio Herraz, señala la satisfacción del sector porque Coosur sea al fin privatizado en un plazo de varioes meses

Coosur ha sido un pozo sin fondo. Al 30 de julio de 2000, tenía suscrito un capital de 6.685 millones de pesetas junto a unos números rojos acumulados de 3.676 millones, lo que obligó entonces a un aumento de capital de 495 millones de pesetas. En ese ejercicio tuvo unas pérdidas de 977 millones de pesetas, a los que se suman otros 1.500 millones del último ejercicio. Todo ello supone en los últimos cinco años números rojos superiores a los 6.000 millones de pesetas con deudas superioers a los 7.000 millones de pesetas. A las puertas del proceso de privatización, la SEPI tiene en marcha un acuerdo para reponer el capital en 1.600 millones de pesetas, decisión que los industriales del aceite amenazan con denunciar ante la Comisión de la UE por competencia desleal.

Los grupos aceiteros se oponen a que el Estado amplíe en 1.600 millones el capital de la compañía para evitar su quiebra

Una historia negra

Ha sido una empresa marcada históricamente por las pérdidas. Como parte de Uteco Jaén, la actividad en el sector del aceite supuso un agujero de unos 40.000 millones de pesetas asumido por la Administración.

En la década de los ochenta, Coosur se integró en la empresa pública Merco como un instrumento para defender los precios en origen y aumentar el consumo. La experiencia resultó otro fracaso, con un agujero cercano a los 20.000 millones de pesetas, que acabó con la quiebra de Merco.

Como una salida a la sociedad, en 1992, sobre los activos del aceite se constituyó la Corporación Olivarera del Sur para el Desarrollo Oleícola (Coosur), con una mayoría de Alimentos y Aceites del Patrimonio del Estado, con el 86%; el 10%, en manos de Unicaja, y el 4%, en poder del Instituto de Fomento Andaluz .

Coosur, como una empresa pública en el sector del aceite de oliva y una cuota actual de mercado del 4,9%, pero que llegó a ser del 7%, se mantiene entre las cinco primeras aceiteras, con ventas superiores a los 15.000 millones de pesetas. Sobre el papel nacía para ser algo así como el buque insignia en el aceite de oliva, apoyando al sector productor y defendiendo una imagen de calidad.Sin embargo, frente a esos objetivos, Coosur se ahogó sistemáticamente en el sector, fruto en muchos casos de una dirección política, con personajes sin experiencia en ese mercado y unas estrategias comerciales erráticas, hasta el punto de compartir con otra aceitera sus agentes de ventas. Como empresa pública que todo lo soportaba, Coosur se halla igualmente sobredimensionada en estructuras o personal y embarcada en los dos últimos años en la cogeneración como otro negocio paralelo, con resultados negativos.

Hoy, lejos de aportar soluciones a los problemas de bajos precios en el sector, Coosur ha sido una de las firmas más responsables en el deterioro del mercado del aceite de oliva. Desde esta perspectiva, los industriales no han tenido en Coosur al defensor del aceite como un producto en el segmento alto de calidad y a buen precio, sino a un enemigo cuya cuenta de resultados negativa se justificaba con pólvora ajena.

La empresa contaba con la marca Coosur, con raíces fuertemente ligadas a la producción cooperativa e imagen de calidad como uno de sus principales activos. Sin embargo, los actuales responsables de la empresa, solamente con la mirada puesta en las ventas, han acabado rebajando Coosur casi a los niveles de una marca blanca o de la distribución. Igualmente se han liado la manta a la cabeza con varios operadores para la comercialización de graneles baratos. Todo ello ha supuesto a Coosur aumentar ventas, pero también arrastrar mercados a la baja en medio de las protestas del sector, que acusa a la empresa de competencia desleal al vender el aceite de oliva entre 15 y 20 pesetas por debajo de los precios que serían normales en el mercado para lograr beneficios mínimos.

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