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POLÍTICA MUNICIPAL

Gil ya ha perdido tres de las cuatro alcaldías y 65 de los 93 ediles que logró en 1999

El alcalde de Marbella niega haber firmado pacto alguno con dirigentes del Partido Popular

Las elecciones municipales del 13 de junio de 1999 proporcionaron al Grupo Independiente Liberal, la peculiar formación política fundada y dirigida por el alcalde de Marbella, Jesús Gil, su momento de mayor expansión. El GIL, que había presentado candidaturas en 11 localidades de Málaga y Cádiz y en Ceuta y Melilla, cosechó 87.742 votos, que se tradujeron en 93 concejales. Dos años después, el partido afronta un proceso de desmoronamiento y sus ediles han buscado acomodo bajo otras siglas. Actualmente, sólo 28 continúan representando al GIL. De los que han abandonado, 30 se han afiliado al PP.

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El 17 de abril de 1999, el GIL celebró un fastuoso congreso en Estepona que supuso el pistoletazo de salida para las elecciones municipales que se celebraban en junio de ese año. La apuesta era ambiciosa y había sido diseñada minuciosamente. Después de tantear sus posibilidades en diversos municipios de la Costa del Sol, el GIL apostó por 13 localidades interesantes por su situación geográfica y sus posibilidades de desarrollo.

Tras una campaña electoral al más puro estilo estadounidense, con azafatas, banderines, videos promocionales, proyectos astronómicos para cada localidad y mítines multitudinarios, la cosecha fue de 87.742 votos. El GIL ganó en Ceuta y Melilla; en las localidades malagueñas de Marbella, Estepona y Ronda y en las gaditanas de San Roque y La Línea de la Concepción.

Sin embargo, la victoria no fue suficiente. Los seguidores de Gil aspiraban, y así lo repitieron machaconamente en cada uno de sus mítines, a la mayoría absoluta en todos los lugares donde se presentaban. Gil y sus principales asesores de entonces en el partido, el candidato por Ceuta, Antonio Sampietro, y su ex abogado, José Luis Sierra, sabían que para ellos no había otra forma de gobernar.

El partido de Jesús Gil, que cuando se fundó, para las municipales de 1991, sonaba a un nuevo invento folclórico del presidente del Atlético de Madrid, en 1999 se había convertido en un enemigo serio. Los problemas judiciales del alcalde de Marbella, la voraz política urbanística que éste había desarrollado, la opacidad de las sociedades municipales a través de las cuales se maneja el dinero público sin pasar por el control del pleno y, sobre todo, el hecho de que Gil hubiera decidido optar a la alcaldía-presidencia de Ceuta y Melilla, lugares especialmente delicados, hicieron que los demás partidos democráticos tomaran la decisión de aliar sus fuerzas en contra del enemigo común.

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Así, los pactos anti-GIL privaron al Grupo Independiente Liberal del poder en Estepona, Ronda y San Roque. Sólo en Marbella y La Línea de la Concepción, las únicas localidades donde las listas del presidente del Atlético de Madrid obtuvieron mayoría absoluta, se hizo con la alcaldía. En Ceuta y Melilla, Gil tuvo que recurrir a tránsfugas del PSOE para hacerse con el poder, aunque posteriormente lo perdió merced a sendas mociones de censura presentadas por los partidos de la oposición.

Donde no llegó a gobernar, o donde éste resultaba incómodo, comenzó entonces el desfile de concejales del GIL hacia otras fuerzas políticas. Curiosamente, el primero en abandonar fue el propio yerno del líder, el madrileño Eduardo de las Heras, candidato a la alcaldía del pueblo malagueño de Benalmádena. El pasado 20 de abril fue el hijo de Gil, Jesús Gil Marín, quien renunciaba a su acta de concejal en Estepona. El mismo día, el fundador del partido anunciaba que, en las próximas municipales, sólo se presentaría en Marbella.

El PP, beneficiado

A pesar de haber suscrito el pacto antitransfuguismo, tanto el PP como el Partido Andalucista han admitido ex ediles del GIL en sus filas. Este último ha acogido a los cuatro ex concejales gilistas de Mijas (Málaga), que forman parte de la oposición. Pero el principal beneficiario es el PP, partido al que los ex ediles del GIL han dado ya la alcaldía en San Roque y La Línea y, en los próximos días, la de Estepona.

Aunque tanto la dirección del PP como el propio Jesús Gil, ayer, han negado tajantemente un pacto de gran alcance entre ambos partidos, no han logrado convencer a los principales perjudicados, IU y PSOE. La vicesecretaria general de los socialistas andaluces, Mar Moreno, se reafirmó ayer en la teoría del pacto, y llegó a sugerir que 'dos de sus cláusulas son integrar a todos los militantes del GIL en el PP y que el alcalde de Marbella no se presente a la reelección'.

Quienes sostienen esta teoría afirman que la contrapartida para Jesús Gil, condenado a 28 años de inhabilitación para cargos públicos por la Audiencia de Málaga en una sentencia sobre la que en breve se pronunciará el Supremo, sería aliviar la presión judicial a la que está sometido.

El secretario provincial de IU en Málaga, Rafael Rodríguez, acusó el jueves al PP de 'obstaculizar' la investigación del robo de sumarios en Marbella.

Jesús Gil, a su llegada ayer a una conferencia de prensa en Marbella.
Jesús Gil, a su llegada ayer a una conferencia de prensa en Marbella.JULIÁN ROJAS

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