El GIL desaparece de Estepona tras dimitir de concejal Jesús Gil Marín

Un día antes de la elección del socialista Antonio Barrientos como nuevo alcalde de Estepona, el Grupo Independiente Liberal (GIL) sorprendió ayer con el pase de ocho de sus nueve concejales al Grupo Mixto. La desbandada de ediles del GIL se produjo después de que el ex alcalde Jesús Gil Marín presentase la renuncia a su acta de concejal. Barrientos sustituirá a Antonio Caba, quien dimitió tras ser acusado por la Fiscalía Antidroga de blanqueo de dinero.

Gil Marín materializó su renuncia poco después del mediodía mediante un escrito presentado en el registro del Ayuntamiento. El que fue alcalde de Estepona entre 1995 a 1999 señala que el motivo principal de su 'dimisión irrevocable' es 'la imposibilidad de poner en práctica la política municipal de gestión' que caracterizó a su grupo durante sus cuatro años de gobierno con mayoría absoluta. El pacto de gobierno anti GIL al que llegaron socialistas, populares, andalucistas e Izquierda Unida tras las últimas elecciones municipales impidió al hijo mayor de Jesús Gil mantenerse en el sillón consistorial, pese a que su grupo fue el más votado con 9 concejales frente a los 12 de la oposición (6 PSOE, 4 PP, 1 IU y 1 PA).

Gil Marín dejó un importante lastre económico en el Ayuntamiento de Estepona, con deudas superiores a los 4.600 millones de pesetas con Hacienda y la Seguridad Social, 3.000 millones con entidades bancarias y 10.000 millones de débito a proveedores. Además el Tribunal de Cuentas inició en febrero la fiscalización de la era GIL en Estepona, en la que ha detectado irregularidades.

La dimisión de Gil Marín fue acogida con satisfacción por Antonio Barrientos, que ayer cumplió 40 años. 'Es el mejor regalo que podían haberme hecho', señaló Barrientos, que hoy será elegido alcalde de Estepona en un pleno municipal extraordinario con los doce votos de los cuatro partidos que realizaron el pacto anti GIL. Para el todavía concejal de Salud y Bienestar Social, la renuncia no cambia en absoluto la situación. 'Somos hombres de palabra y el pacto se mantendrá', dice, aunque reconoce que el gesto de Gil Marín 'es un intento de desestabilizar'.

La desaparición de las siglas GIL en Estepona cuenta con el beneplácito de su presidente, Jesús Gil y Gil, que quizás espera que se repita el caso del municipio malagueño de Manilva, donde antiguos miembros de su grupo cogobiernan el Ayuntamiento con dos tránsfugas del PSOE. Gil y Gil tachó ayer de fracaso el pacto de gobierno de Estepona entre PSOE, PP, IU y PA y desmintió posibles rumores sobre fisuras en Marbella, única localidad en la que gobierna su grupo. Desde las elecciones municipales de 1999, Gil ha visto cómo medio centenar de los 93 cargos electos abandonaban su partido. El secretario general en funciones del GIL, Julián Muñoz, primer teniente de alcalde de Marbella, aseguró que Gil Marín ha pretendido con su renuncia 'evitar pactos anti natura' e hizo una velada invitación al transfuguismo: 'Nuestros concejales tienen ahora libertad para pactar con quien quieran'. Pero el presidente del PP en Estepona, Manuel Sánchez Bracho, zanjó cualquier especulación: 'No va a cambiar nada en el pacto cuatripartito'.