El Gobierno mejorará el túnel de Vielha con 10 años de retraso
Con la tragedia del túnel de San Gotardo como telón de fondo, los representantes políticos del Pirineo de Lleida están agotando sus energías para pedir más seguridad en el túnel de Vielha, construido en 1948 y considerado el más peligroso de Europa. El Gobierno se resiste a aplicar más medidas de seguridad en el actual túnel, esgrimiendo que durante el primer trimestre de 2002 comenzarán las obras de un nuevo túnel paralelo al actual. El Gobierno ya prometió un nuevo paso en 1992 pero las obras todavía no han comenzado.
El túnel de Vielha se inauguró en 1948 partiendo de un proyecto elaborado durante el reinado de Alfonso XIII. A pesar de ser una vía de gran interés comercial y turístico -en invierno es el único acceso a la Val d'Aran desde España- está en un pésimo estado de conservación y sus medidas de seguridad son insuficientes. Lo cierto es que esta vía puede convertirse en una ratonera. Así lo cree el presidente del Consel Generau de Aran -máxima institución del Valle- , Carles Barrera, quien ha denunciado que los camiones de gran tonelaje que a diario pasan por el túnel casi se rozan al cruzarse entre sí. 'Entre un vehículo y otro sólo quedan 20 centímetros de separación', asegura Barrera.
Camiones sin control
Los camiones evitan acercarse a los laterales por miedo a tocar la bóveda con la caja, lo que les obliga a pisar la línea de separación entre carriles. Muchos camiones pasan por el túnel con los espejos retrovisores aplastados para evitar desperfectos.
Para evitar una tragedia, Barrera considera que hay que evitar que dos camiones puedan cruzarse dentro del túnel. Actualmente circulan por el túnel de Vielha una media de 2.230 vehículos diarios. De ellos, 380 son camiones, una veintena de los cuales transportan mercancías peligrosas. Estas cifras varían mucho dependiendo de la época del año. En invierno, cuando el valle se llena de turistas, el tráfico llega a triplicarse.
Un informe de la Federación Internacional de Automovilistas realizado en el año 2000 califica la seguridad del túnel de Vielha como 'muy mala' y la compara con la seguridad de otros 25 túneles europeos. El paso aranés obtuvo la peor calificación.
En 1992, un anteproyecto del entonces denominado Ministerio de Obras Públicas y Transportes ya preveía la construcción del segundo túnel, con tres carriles, arcenes y una longitud de 5,3 kilómetros.
La Administración socialista llegó a anunciar el inicio de los trabajos para 1993. Ahora Fomento se ha comprometido a invertir 24.000 millones de pesetas, de los que un 40% se dedicarán a implantar medidas de seguridad. El túnel actual se aprovechará para desviar el transporte de mercancías peligrosas y se utilizará también como vía de servicio, por lo que tendrá una conexión con el nuevo túnel cada 400 metros.
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