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Escritores españoles prologan obras clásicas en edición de bolsillo para estimular la lectura

'¡Otra vez, siguen vivos! ¡Qué bien!'. Con estas palabras, José María Merino dio la bienvenida a la edición de obras clásicas en formato de bolsillo: Retrato de una dama, Frankenstein, Eneida, Lord Jim y Orgullo y prejuicio, títulos con los cuales Punto de Lectura propone acercar la gran literatura al público en su colección Clásicos, prologados por importantes autores españoles, como Antonio Muñoz Molina o Jesús Ferrero. El sello de Santillana y Ediciones B amplía su biblioteca de clásicos, iniciada con Obras Maestras de la Novela Corta y Clásicos Anotados, para los escolares.

Los pensamientos de Italo Calvino y Vladímir Nabokov sobrevolaron ayer en Madrid en la presentación de esta nueva colección, porque fueron ellos algunos de los escritores cuyas definiciones sobre lo que significan los clásicos se han hecho más populares. 'Libros que pueden leerse infinitamente', 'que en cada lectura ofrecen algo nuevo', 'que cada vez que se leen es como la primera vez'. Y una prueba es lo que escribieron Henry James, al hacer un retrato de Isabel Archer; Virgilio, al recrear las aventuras del héroe troyano Eneas, y Mary W. Shelley, al indagar en los experimentos de un oscuro Prometeo.

Libros en los que, por encima de su aspecto canónico, prevalece su vigencia, asegura Carlos García Gual, prologuista de Eneida, de Virgilio. Son precisamente estos prólogos la parte más novedosa de la colección, ya que permiten, agrega García Gual, 'transmitir el entusiasmo de esa lectura, a la vez que la reinterpreta, lo cual se convierte en una gran invitación para el lector'. Otros de los primeros escritores españoles que participan en esta colección con sus prólogos son José María Guelbenzu, en Retrato de una dama, de James; Jesús Ferrero, en Frankenstein, de Shelley; Antonio Muñoz Molina, con Lord Jim, de Joseph Conrad, y Elvira Lindo, en Orgullo y prejuicio, de Jane Austen.

Para José María Merino, se trata de una buena noticia por partida doble, y una alegría, porque deja ver que los viejos maestros siguen vivos. Merino dirige, junto con Luis Mateo Díez, la segunda colección de Punto de Lectura sobre libros clásicos. Se trata de Obras Maestras de la Novela Corta, que desde mayo ha presentado títulos como Noches blancas, de Dostoievski; Doña Berta, de Clarín; El fantasma de Canterville, de Wilde, o Felicidad conyugal, de Tolstói.

La otra línea de clásicos de Punto de Lectura es la dirigida al ámbito escolar, Clásicos Anotados y Comentados. Libros que ofrecen desde una breve presentación de la obra, pasando por opiniones y estudios sobre ella, hasta un cuadro cronológico y una bibliografía comentada.

Obras en las que parece que el tiempo fluye del futuro hacia el pasado, siguiendo una concepción borgiana del tiempo. Porque tienen la virtud de que, a medida que éste pasa, la lectura de estos libros adquiere una nueva interpretación, asegura Mateo Díez.

Pero estos clásicos de clásicos tendrán compañía. Ya se prepara una colección que podría ser un poco polémica: apostará por dar esta categoría a algunas obras del siglo XX.

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