_
_
_
_

El Ramadán no ha impedido en el pasado que los países islámicos se enfrentaran en guerras

Estados Unidos ha respetado el mes santo musulmán en su campaña contra Irak

El Ramádan, noveno mes del calendario musulmán, consagrado al ayuno y a la oración y que este año comienza el próximo día 17, no ha implicado casi nunca en años pasados la suspensión de la guerra por parte de los países islámicos. Más bien, ha servido de acicate para el inicio de ofensivas militares como ocurrió en la guerra entre Irán a Irak o en la escalada terrorista de los intergristas islámicos en Argelia. Sin embargo, EE UU sí ha respetado hasta ahora el Ramadán en la guerra del Golfo en 1991 o en sus posteriores operaciones de castigo contra Irak.

Más información
Al Qaeda compró en EE UU armas de gran capacidad
Powell espera que los objetivos militares se alcancen 'en cuestión de días'
EE UU intensifica sus bombardeos sobre posiciones de los talibanes en el Norte
Los musulmanes comienzan el Ramadán entre condenas a los ataques
EE UU bombardea por error una mezquita afgana al inicio del Ramadán

Egipto y Siria lanzaron un ataque simultáneo y por sorpresa, el 6 de octubre de 1973, contra Israel con el fin de recuperar los territorios perdidos en la guerra de los Seis Días en 1967. Esa nueva guerra estalló el primer día del Yom Kippur judío, fiesta de la reconciliación, y en el primer día del Ramadán de 1973.

En el marco de la guerra Irán-Irak (1980-1988), el ayatolá Mussavi Tabrizi aseguró en Estambul el 13 de julio de 1982 que Teherán iba a desplegar una ofensiva bélica de gran envergadura contra Irak el viernes 16 de julio, tercer viernes del mes de Radamán. Estas declaraciones echaron por tierra la resolución de la ONU recién aprobada sobre el cese de hostilidades entre ambos países. Inmediatamente después de esta declaración, el imam Jomeini ordenó la invasión de Irak y arengó al pueblo iraquí para derrocar al presidente Sadam Husein.

Antes de cumplirse las 48 horas del desencadenamiento de la llamada Operación Ramadán, las fuerzas iraníes se encontraban a siete kilómetros de la ciudad iraquí de Basora, donde se produjeron en días sucesivos encarnizados combates. Dos años después, en marzo de 1984, Irán anunció otra ofensiva contra Irak, prevista también para el mes de Ramadán, en junio. Sin embargo, al final no se llevó a cabo en esa fecha.

Asimismo, durante el largo conflicto de Líbano se luchó en Ramadán. Las guerras de los campamentos en 1985 y 1986 se conocieron también como guerras del Ramadán. En la segunda, el movimiento shiií Amal consolidó su hegemonía ante los palestinos en Beirut oeste en junio de 1986. Los perdedores de esta guerra de los campamentos fueron los grupos suníes. Los combates terminaron el 5 de junio de 1986 coincidiendo con el fin del mes santo.

El Ramadán ha sido especialmente sangriento en Argelia desde el golpe de Estado en enero de 1992, que apartó a los islamistas del poder. El 31 de diciembre de 1997, comienzo en aquel año del mes sagrado, los fundamentalistas del Grupo Islámico Armado (GIA) prometieron un baño de sangre y cumplieron sus amenazas con creces. Cuando acabó el Ramadán, el 29 de enero de 1998, más de mil personas habían muerto en los atentados, según fuentes independientes.

En los territorios palestinos ocupados por Israel los llamamientos a la guerra santa durante el Ramadán han sido habituales. En noviembre de 2000, el movimiento integrista Hamás lanzó una octavilla titulada Ramadán, un mes para aproximarse a Alá, para la yihad e intensificar la resistencia, en la que se pedía a la población que intensificara la Intifada contra Israel.

Sin embargo, las incursiones de EE UU en la zona han intentado respetar el Ramadán. La guerra del Golfo (17 de enero-28 de febrero de 1991) terminó antes del comienzo de este mes santo. Y las sucesivas operaciones estadounidenses de castigo contra Irak también lo han respetado.

Varios afganos mutilados por las minas antipersona esperan su turno en un hospital de la Cruz Roja de Gulbahar, al norte de Kabul.
Varios afganos mutilados por las minas antipersona esperan su turno en un hospital de la Cruz Roja de Gulbahar, al norte de Kabul.REUTERS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_