Washington solicita a Bruselas que también controle Internet
Bush pide a la UE que revise sus normas sobre protección de datos
El Gobierno de Estados Unidos no sólo se propone rediseñar y controlar el tráfico de Internet, incluidos, obviamente, los correos electrónicos, sino que también ha pedido a sus aliados europeos que hagan lo propio. En la carta enviada el pasado 16 de octubre por el presidente George W. Bush al de la Comisión Europea, Romano Prodi, le solicita que la Unión Europea reconsidere su legislación sobre protección de datos.
En la carta, el presidente señala a continuación que se deben 'establecer las adecuadas capacidades para casos de terrorismo que incluyan el uso de Internet'. Se trata de la misma carta en la que Washington pide a la Unión Europea que deje de discriminarle en casos de extradición debido a la existencia de la pena de muerte en EE UU.
El texto de la carta es considerado todavía hoy 'reservado', pero entre las 47 peticiones expresas de Washington a la UE -a las que ha tenido acceso este periódico- hay tres bajo el epígrafe 'Protección de datos'. En la primera se solicita la reconsideración europea de 'los medios de protección de datos en el contexto del refuerzo legislativo y los esfuerzos contra el terrorismo'. En la segunda se hace la citada referencia a Internet y en la tercera se pide a la UE que 'revise' sus normas sobre privacidad de forma que, 'durante un periodo razonable' queden sin ser destruidos una serie de 'datos críticos' para poder utilizarlos en una investigación.
Se trataría, en definitiva, de flexibilizar la legislación actual para que la policía o los jueces accedan a la correspondencia privada que se hace a través de Internet mediante el acceso directo a los bancos de datos de las empresas que disponen de servidores. Con la carta enviada por Bush a la UE queda confirmada la intención del Gobierno estadounidense, apuntada el jueves pasado (ver EL PAÍS del viernes), de rediseñar la Red para poder acceder a datos privados.
Aunque oficialmente no se confirmó el proyecto en EE UU, el secretario de Justicia, John Ashcroft, declaró la semana pasada: 'Vamos a perseguir el terrorismo en Internet, vamos a abrir sus correos electrónicos antes de que ellos lo hagan, a escuchar sus mensajes telefónicos, a interceptar sus conversaciones'. Con ello se pondría en marcha una de las medidas discrecionales incluidas en el paquete de poderes especiales que se plantea EE UU para combatir el terrorismo internacional.
Extradiciones a EE UU
La UE aún no ha respondido de forma oficial a las peticiones estadounidenses, que ahora deben ser analizadas bilateralmente, pero la Comisión Europea ya ha hecho saber que las relativas a las extradiciones de presuntos delincuentes a Washington traerán problemas mientras en EE UU siga vigente la pena de muerte. Ahora, el capítulo de protección de datos también tendrá que ser examinado con lupa por los Quince.
Con respecto a las extradiciones, la carta de Bush señala concretamente que la UE debe revisar su legislación 'para eliminar la discriminación contra Estados Unidos y terceros países' en las demandas de entrega, así como a quitar en las normas europeas toda referencia a 'delitos políticos' que pueda beneficiar a los terroristas en casos de procedimientos de extradición. Es más, Bush pide a la UE que se estudien posibles 'alternativas' a la extradición, 'como la expulsión o la deportación'.
'No habrá extradiciones a EE UU que lleven a la pena de muerte', dijo un portavoz oficial de la Comisión Europea el jueves pasado. 'La pena de muerte es un argumento suficiente para denegar una petición de extradición', añadió otro portavoz.
Las demandas estadounidenses a la UE a raíz de los atentados del 11 de septiembre se dividen en diez capítulos: supresión de las fuentes de financiación terrorista, cooperación policial y judicial, asistencia legal mutua, protección de datos, colaboración entre Europol y la policía estadounidense, cooperación con Eurojust (magistrados de la UE), control de exportaciones, supervisión de fronteras, seguridad aérea y apoyo diplomático. En este último capítulo, Bush pide ayuda para aislar a los Estados que cobijen a terroristas, solicita que se apoyen las posiciones estadounidenses en la ONU y que se evite en Naciones Unidas 'un debate sobre la definición de terrorismo', que podría dividir a los Estados que se han sumado a la coalición internacional contra el terrorismo.
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