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El PSOE propone 88 kilómetros de carriles-bus separados por bordillos

La medida costaría 1.000 millones de pesetas

Antonio Jiménez Barca

El grupo municipal socialista sostiene que 'Madrid no puede resignarse a los atascos'. A fin de eliminar los embotellamientos, el PSOE considera que los madrileños deben utilizar más el transporte público. Para esto es necesario, a juicio del edil socialista Eugenio Morales, que los autobuses circulen por un carril protegido por un bordillo. Morales propuso ayer la construcción de 88 kilómetros de este tipo de carriles en la ciudad. La iniciativa le costaría al Ayuntamiento 1.000 millones de pesetas.

'El alcalde quiere convencer a los madrileños de que el atasco es inevitable de seis de la mañana a once de la noche, y lo que pasa es que se ha quedado sin ideas', criticó el portavoz del PSOE en el Consistorio, Rafael Simancas. El carril-bus protegido por un bordillo de cemento no es nuevo. En 1988, cuando los socialistas gobernaban en el Ayuntamiento de Madrid, colocaron en algunas calles -entre ellas la de Serrano- lo que se conoció como el bordillo de Medel (por Valentín Medel, concejal de Circulación). En 1989, el PP y el CDS arrebataron el Ayuntamiento al PSOE y una de las primeras medidas que pusieron en práctica fue la de eliminar los bordillos por razones de 'seguridad'. El por entonces primer teniente de alcalde y ahora alcalde de la ciudad, José María Álvarez del Manzano, del PP, fue uno de los más críticos con los bordillos.

Morales, que en la etapa final del gobierno municipal socialista ejerció como edil de Circulación, insistió ayer en que su propuesta 'no es exactamente como aquella del bordillo, ya que más de 10 años han servido para evolucionar y pensar mejor las cosas'. La iniciativa socialista, que será debatida en el próximo pleno municipal, prevé construir 88 kilómetros de carriles reservados para autobuses protegidos por un bordillo, a fin de 'garantizar que nadie ocupe esta vía, exclusiva para el transporte público'.

El PSOE se ha inspirado para su propuesta en 'ciudades europeas que están trabajando en esa dirección', y señala concretamente a París. 'Allí existe un plan para realizar hasta fin de año 70 kilómetros de plataforma reservada para autobuses, taxis y ciclistas, con una anchura de 4,50 metros y separada del resto de los carriles de circulación por una mediana de 70 centímetros de ancho. Se permite la carga y descarga a ciertas horas del día', explica Morales.

Arterias principales

Las calles que deberían albergar un carril-bus protegido, según el PSOE, son las principales arterias de la ciudad. Se cuentan, entre otras, Alcalá, Gran Vía, Princesa, cuesta de San Vicente, paseo de Embajadores, avenida de la Albufera, Príncipe de Vergara y Doctor Esquerdo. La red de carriles-bus protegidos abarca un centenar de líneas de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), 'que representa un 66% de las líneas existentes ahora'.

'El propósito', resume Morales, 'es potenciar el transporte público terrestre; mientras el metro, en los últimos años, ha crecido en líneas y en viajeros, a los autobuses les ha pasado todo lo contrario, y si a la gente no se le garantiza que a una determinada hora va a pasar su autobús, pues no se monta'.

El PSOE criticó los 'artilugios' del concejal de Circulación, Sigfrido Herráez, del PP, para proteger los carriles-bus. Herráez colocó conos en estos carriles las pasadas navidades.Después pensó sustituir esos conos por unas plataformas de goma parcialmente abatibles, que retiró un día antes de presentarlas públicamente porque 'eran peligrosas'.

Después del verano instaló, en un tramo de la calle de la Princesa, pivotes abatibles en todos los sentidos.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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