EE UU prepara antibióticos para tratar a 12 millones de personas por ántrax
Washington ofrece un millón de dólares a quien ayude a encontrar a los bioterroristas
La amenaza terrorista subió ayer varios grados en EE UU. Una quinta persona infectada por ántrax y la confirmación de que el origen es el mismo que en los casos de Florida, Nueva York y, probablemente, de Washington, dejaba pocas dudas de que se trata de 'atentados bioterroristas coordinados'. Al mismo tiempo, una 'amenaza creíble' recibida en una central nuclear obligó a activar la alerta máxima. 'Aunque parezca que sólo estamos respondiendo a los atentados con ántrax, estamos preparados para responder a cualquier amenaza imaginable', dijo Tom Ridge, director de la oficina de Seguridad Nacional.
La amenaza contra la central nuclear de Three Mile Island, en el Estado de Pennsilvania, desató el pánico. Las autoridades tuvieron que intervenir para calmar a una población atemorizada. Ridge apareció ante las pantallas de televisión flanqueado por el secretario de Justicia, John Ashcroft, el director del FBI, Robert Mueller, y los responsables sanitarios y de correos. Dejaron claro que hay suficiente abastecimiento de antibióticos contra el ántrax (carbunco) y que, no obstante, se va a incrementar para poder tratar a 12 millones de personas. Igualmente ratificaron que todos los casos diagnosticados hasta ahora responden a los antibióticos ciproflaxin y penicilina, porque la cepa de procedencia 'no ha sido manipulada genéticamente', dijo el jefe de los Servicios Médicos del país, David Satcher.
Entre los varios miles de personas que se han hecho análisis sólo cinco han resultado infectadas y un sexto caso que dio positivo en las pruebas preliminares estaba ayer a falta de las definitivas para ser confirmado. Dos son en Florida, uno de ellos mortal, y tres en Nueva York, uno en cada una de las principales cadenas de televisión ABC, NBC y CBS.
En esta última cadena se confirmó ayer una infección cutánea de ántrax de la asistente del presentador de noticias Dan Rather. Notó el primer síntoma el pasado 1 de octubre: una inflamación en lo que ella describió como una picadura de insecto. Nadie más en CBS ha mostrado síntomas. Lo mismo ocurre en las otras dos cadenas. Otras 31 personas que se encontraban en el Senado, funcionarios o visitantes, han estado expuestos a la bacteria. El ántrax llegó el lunes en una carta dirigida al presidente del Senado, Tom Daschle, y poco después se cerraron las dependencias del quinto y sexto piso del edificio Hart de la Cámara alta. Más de 3.000 personas se han hecho análisis para detectar esporas en las cavidades nasales.
La alarma se extendió el miércoles hasta la Cámara de Representantes. La sospecha de que hubiera traspasado a los conductos de ventilación provocó el cierre total de la Cámara baja hasta la próxima semana. No obstante, los congresistas se reúnen en otras dependencias y el Senado celebraba ayer normalmente la sesión prevista en el otro ala del Capitolio.
Gran número de esporas
Convertir el ántrax en un arma mortal requiere desarrollar un gran número de esporas, secarlas y combinarlas con un polvo fino para evitar que se peguen entre ellas y pierdan la movilidad letal. Cuanto más pequeñas sean, más capacidad de volatilizarse tienen, y de esa manera se facilita su inhalación. Las que se han encontrado en la oficina del senador Daschle miden entre uno y cinco micras y están consideradas de un grado 'virulento'. Las de NBC y las de la empresa editora American Media, de Florida, proceden de la misma cepa.
Ashcroft reiteró que se perseguirá a quienes hagan falsas amenazas bioterroristas y anunció el arresto de cuatro personas que las habían hecho. 'Quiero asegurar que quienes cometan estos actos de cobardía serán castigados con todo el vigor de la ley y enfrentan penas desde cinco años a cadena perpetua', afirmó Ashcroft. Desde ayer, el Departamento de Justicia ofrece una recompensa de un millón de dólares (unos 180 millones de pesetas) para quien ayude a encontrar a quien o quienes hayan enviado las cartas con ántrax.
El director del FBI dijo que habían recibido en los últimos 18 días 3.600 denuncias de casos de ántrax, la gran mayoría falsas alarmas, no todas hechas malintencionadamente. Muchas son de ciudadanos alarmados. Abrir cartas se ha convertido en una aventura peligrosa en EE UU, hasta el punto de que ayer anunció el director general de correos, general John Potter, que en los próximos días todos los hogares recibirán instrucciones sobre cómo manejar el correo.
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