Los abogados deberán denunciar a sus clientes sospechosos de blanquear dinero

La nueva directiva para la prevención de blanqueo de capitales que prepara la Unión Europea ha decidido entrar de lleno al corazón del problema. Tras muchas discusiones, los Estados miembros han definido un texto que obligará a abogados y notarios a romper el secreto profesional y denunciar a sus clientes cuando 'tengan evidencias o sepan' que participan en una actividad delictiva de este tipo. Hasta ahora, el Parlamento europeo se oponía a incluir a estas dos profesiones en la directiva, pero la presión ejercida por la Comisión ha dado un giro a esta situacion.

Los bancos y las sociedades de inversión de capitales dejarán de ser los únicos con obligación de denunciar el blanqueo de dinero, un tema siempre polémico dentro de la Unión Europea. A partir de ahora, si la directiva que se prepara llega a buen puerto, los abogados y notarios deberán denunciar estos delitos, un paso importante para atajar el vidrioso asunto. Junto a ellos, otras profesiones colaterales con el blanqueo de capitales deberán colaborar con la justicia para evitar este delito. La lista de profesionales se ha ampliado a los contables, los auditores externos, los agentes del Estado, los comerciantes de piedras y metales preciosos, los subastadores de arte, las empresas de transporte de dinero y los casinos.

Hasta el momento se desconoce la reacción que puedan tener las asociaciones de abogados ante la nueva directiva, aunque en principio se cuenta con su oposición.

Acuerdo próximo

La presidencia belga deberá informar mañana a los ministros de Economía y Finanzas de la UE sobre el estado de las negociaciones con el Parlamento Europeo. 'Estamos a medio camino y confiamos en que podamos cerrar el acuerdo pronto', afirmó una fuente diplomática. El ataque del 11 de septiembre a Estados Unidos está teniendo un efecto positivo. Las instituciones europeas y los Gobiernos están más dispuestos ahora a superar sus diferencias en aquellas cuestiones que sirvan para cortar las fuentes de financiación de las organizaciones terroristas internacionales.

El principal obstáculo de esta directiva era la imposición de romper el secreto profesional de abogados y notarios, siempre y cuando 'tengan evidencias o sepan' que sus clientes están metidos en una operación de blanqueo de dinero. Hasta ahora, la legislación comunitaria contra el blanqueo de dinero estaba orientada exclusivamente hacia el sector financiero.

Los representantes del Consejo de la UE, de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo han tenido que hacer filigranas jurídicas y de lenguaje para ponerse de acuerdo sobre el texto definitivo para ampliar su ámbito de aplicación a un cierto número de actividades y profesiones no financieras 'vulnerables' a las pretensiones de los blanqueadores de capitales.

Uno de los mayores obstáculos en las discusiones ha sido si el profesional jurista debía romper el secreto profesional sólo por el hecho de tener 'sospechas' de la actividad ilícita de su cliente. Finalmente se optó por obligar a estos profesionales a que colaboren con la justicia con evidencias o información concreta. También se especificó que la identidad del abogado o notario afectado quedará en secreto.

Otro punto de la directiva que se ha tocado es la conocida como 'cláusula Al Capone'. Esta condición obligaba a que si un país culpaba a un ciudadano, procedente de otro país miembro de la UE, de blanqueo de capitales, también debía acusarle de fraude fiscal. Los Estados miembros decidieron quitarla para superar los problemas legales.

Los abogados españoles no se oponen al principio de la directiva porque consideran que el blanqueo de dinero debe perseguirse bajo cualquier forma y aceptan que no deben ser cómplices de ese delito. Pero no ocultan su preocupación por las consecuencias que tendrá la aplicación de la directiva en la profesión. A su juicio, la obligación de vulnerar el secreto profesional puede provocar que no puedan defender 'con libertad' a sus clientes. También creen que éstos pueden verles como unos delatores más que como profesionales independientes. Por eso se oponen al levantamiento del secreto.