El gran acelerador de partículas europeo supera en 95.000 millones su presupuesto
Situación de 'seria emergencia' en el CERN, el laboratorio que construye la instalación
Un déficit presupuestario de 95.000 millones de pesetas, sobre un total de 291.000 millones en 10 años, se ha acumulado en el proyecto del más poderoso acelerador de partículas del mundo, el LHC, que construye el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), junto a Ginebra. La situación ha sido calificada de 'seria emergencia' por el director general del CERN, Luciano Maiani, que añadió: 'Producirá sangre, sudor y lágrimas'. El comité de finanzas de la organización celebrará en noviembre una reunión extraordinaria para abordar al crítica situación.
La emergencia presupuestaria del LHC estalló como una bomba a finales de septiembre, cuando el consejo del CERN fue informado por la dirección general del laboratorio sobre el déficit del proyecto, que tiene un plazo de desarrollo de 10 años (1997-2006). Poco después, Maiani presentó la situación al personal del laboratorio, y ahora se espera un plan de actuación financiera que la direccion está preparando y que se propondrá al comité de finanzas el próximo día 6.
Pese a que no se conoce el contenido de este plan, diversas fuentes consultadas señalan que recogerá al menos cuatro puntos: un programa estricto de austeridad en el laboratorio, la reducción o incluso el cierre del programa científico experimental no directamente relacionado con el LHC, nuevos créditos bancarios para el proyecto y petición de contribuciones especiales a los países miembros.
En el LHC participan, además de los 20 países miembros del CERN (incluida España, que aporta unos 7.000 millones de pesetas al año, un 7%) otros socios, entre ellos EE UU, Japón y Rusia.
El hecho de que un proyecto similar, aunque mucho más costoso, el superacelerador SSC, se suspendiera hace unos años en EEUU por problemas de sobrecoste y gestión hace temer a muchos científicos que se consolide una mala fama que dificulte la aprobación, por parte de los responsables políticos, de futuras iniciativas de gran ciencia.
'El LHC es inmensamente complicado, tecnológicamente muy complejo y fue aprobado en 1996 bajo condiciones presupuestarias muy duras', declaró ayer a EL PAIS Neil Calder, protavoz del CERN. 'El proyecto es ahora sólido como una roca desde el punto de vista tecnológico, pero se han producido sobregastos inesperados e inevitables en algunas áreas. Estamos seguros de que con la ayuda de los países miembros, el reto de poner en funcionamiento el acelerador se cumplirá y que el LHC producirá fantásticos resultados científicos en 2006'.
Preocupación y estupor
Pero el repentino anuncio de la desviación presupuestaria ha causado en el laboratorio seria preocupación por su volumen y estupor por el largo silencio mantenido sobre la gravedad del problema. En un proyecto así se espera supervisión económica constante y transparencia.
'La situación es delicada, pero no hay que olvidar que el LHC tiene una componente enorme de desarrollo tecnológico e innovación', comenta Manuel Aguilar, delegado científico español en el Consejo del CERN. Recuerda que un coste adicional de un proyecto de esta naturaleza es comparable al que se produce al construir un aeropuerto, una línea de metro u otros proyectos científicos, como el telescopio espacial Hubble.
Pero a esto hay que añadir el efecto de las durísimas condiciones presupuestarias que se impusieron al LHC al ser aprobado, lo cual dejó sin un mínimo margen de maniobra para asumir los imprevistos y contingencias. Al mismo tiempo, elConsejo del CERN impuso al laboratorio una reducción del 9,3% en su presupuesto general, lo que provocó un duro plan de austeridad y una reducción drástica de personal (de unas 1.500 personas en 10 años, sobre una planttilla de 3.800). 'La crisis presupuestaria no podrá ser resuelta imponiendo nuevos recortes generalizados', ha advertido ya la Asociación de Personal del CERN, después de subrayar que, tras los sucesivos recortes, 'ya no queda hierba que cortar'.
El déficit reconocido asciende a 850 millones de francos suizos (unos 95.000 millones de pesetas), aunque algunos expertos temen que pueda superar los 1.000 millones de francos suizos. Se divide en dos partes: 480 millones de francos suizos son el déficit directo del las cuentas del LHC, mientras que el resto corresponde a desviaciones en el presupuesto general del CERN en áreas imprescindibles para el desarrollo y construcción del acelerador.
El encarecimiento de los imanes superconductores necesarios para guiar el haz de particulas del acelerador, pieza clave de este instrumento científico, se señala como una de las causas del sobrecoste. 'Nunca se han hecho imanes de esta naturaleza y por tanto había una dificultad intrínseca para calcular su coste', señala Aguilar. En concreto, este capítulo da cuenta de 180 millones de francos suizos del déficit.
A esa cantidad hay que añadir 70 millones de sobrecoste de la ingeniería civil, 150 millones de contratación de personal para instalaciones y otros 80 en partidas menores.
En cuanto al sobrecargo en el presupuesto general del CERN, las principales partidas son: 120 millones más en los sistemas de computación, otro tanto en el desarrollo y prototipos y 50 millones en la contribución del laboratorio a los dos grandes detectores de particulas que registrarán los resultados científicos en la máquina.: el CMS y el Atlas.
La mayor máquina científica
El LHC (Large Hadron Collider) será instalado en el túnel de 27 kilómetros de circunferencia que hasta hace poco menos de un año alojaba el anterior acelerador de partículas del CERN, el LEP. El nuevo instrumento, la mayor máquina científica del mundo, será mucho más potente y permitirá que en los choques entre partículas aceleradas (protones) a velocidades próximas a la de la luz, se avance en el conocimiento del microcosmos. Su objetivo primordial es buscar el bosón de Higgs, una partícula clave para comprender el origen de la masa. 'Creo que de ninguna manera puede comprometerse la calidad del instrumento científico, que tiene que ser perfecto, como esta diseñado', comenta Manuel Aguilar, delegado científico español en el Consejo del CERN, al comentar los efectos de las posibles acciones a tomar para hacer frente a la actual crisis presupuestaria. Si hay que estirar el presupuesto tal vez se acabe aplazando la puesta en funcionamiento del LHC, prevista para 2006. Pero Aguilar comenta: 'Sería un desastre que se retrasase la entrada en operaciónde la máquina por motivos financieros'. El delegado español destaca que el CERN lleva adelante el proyecto en condiciones muy difíciles. 'Se está haciendo con un presupuesto y unos recursos humanos muy reducidos', afirma. 'Me gustaría que los países miembros, que se llenan la boca de declaraciones afirmando que apuestan por el desarrollo tecnológico y la innovación, restituyesen el presupuesto del CERN al nivel del año 1996'.
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