Sanidad permitirá operarse en otro centro si se supera un plazo determinado en lista de espera
El departamento convocará esta legislatura dos oposiciones con cerca de mil plazas cada una
Reducir las esperas para las operaciones quirúrgicas, consultas con especialistas y pruebas diagnósticas es uno de los objetivos que se ha fijado el Departamento de Sanidad para la nueva legislatura. El consejero, Gabriel Inclán, adelantó ayer ante la Comisión de Sanidad del Parlamento que la consejería trabajará para determinar el tiempo máximo de demora tolerable para las intervenciones más relevantes. Además, estudiará la posibilidad de que el paciente pueda ir a otro hospital para operarse cuando el plazo de espera en su centro de referencia supere el establecido.
En la actualidad, el único patrón que se utiliza en todo el mundo para medir la espera tolerable es la mayor o menor urgencia en ser operado. Por eso, el estudio que va a emprender Sanidad para regular estas listas es novedoso y muy complejo. Se trata de subir un escalón más en el análisis de las demoras para poder dar 'una atención particularizada a cada usuario según sus necesidades de salud y circunstancias personales', explicó el consejero.
Los pacientes vascos deben aguardar una media de dos meses para ser intervenidos en los centros hospitalarios de Osakidetza en operaciones programadas: desde las más frecuentes, como cataratas o varices, hasta otras menos habituales y más graves, como las cardiacas. El tiempo para que un ciudadano pase por el quirófano se ha ido reduciendo en varios meses desde 1992, a pesar de que la demanda sigue imparable como consecuencia de la aparición de nuevas enfermedades y, especialmente, por el envejecimiento de la población. En estos momentos, cerca de 13.000 ciudadanos aguardan a una operación programada.
Inclán, que acudió a la Comisión de Sanidad para presentar sus planes para la actual legislatura, anunció que en breve (a finales de este año o comienzo del próximo) presentará ante el Parlamento el nuevo Plan de Salud. Este documento establece las prioridades sanitarias para los próximos años y la manera de emplear los gastos de sanidad, atendiendo a criterios de eficiencia y de rentabilidad social. El nuevo Plan de Salud incidirá, de manera especial, en las capas más desfavorecidas de la sociedad, aquellas a las que no llegan ciertos servicios a pesar de que la sanidad es gratuita y universal en Euskadi.
'Hasta los sistemas más igualitarios', apuntó Inclán, 'siguen cojeando de una u otra manera; en algunos casos, incluso las desigualdades aumentan con el paso de los años. Nuestra intención es profundizar en el análisis de estas cuestiones para identificar los factores que subyacen en las desigualdades en salud y ofrecer soluciones'.
Nombramiento de Oliveri
La política de personal fue tratada ampliamente por el consejero. Inclán se comprometió a mejorar las condiciones de los trabajadores sanitarios y a estimularles en su trabajo. El departamento tiene previsto convocar dos ofertas públicas de empleo (OPE) durante la legislatura, con cerca de mil plazas en cada una. También organizará un concurso de traslados. Las últimas oposiciones en Osakidetza se celebraron en abril de 1998. La sanidad vasca ofertó en aquella ocasión 710 plazas. Casi 50.000 aspirantes se presentaron a los exámenes. Por otra parte, Inclán anunció que el plan de euskaldunización de Osakidetza está 'prácticamente ultimado'.
La creación del Instituto de Investigación Sanitaria, destinado a promover proyectos de investigadores, y del Instituto de Innovación en Gestión Sanitaria es otro de los objetivos. En el capítulo de inversiones, el departamento gastará el próximo año 9.000 millones de pesetas en la construcción de nuevos centros de salud y la renovación y ampliación de la red hospitalaria. La reforma de la Unidad de Grandes Quemados del Hospital de Cruces, la creación de una unidad de psiquiatría en Basurto, la mejora del aparcamiento del Hospital Donostia y ampliaciones en otros hospitales figuran en este plan.
El consejero sólo subió el tono cuando el representante del PP, Ricardo Hueso, cuestionó la ética del nombramiento de algunos asesores del departamento, en alusión al ex consejero de Educación, Inaxio Oliveri, aunque no llegó a citarlo expresamente. Oliveri fue nombrado designado asesor de Relaciones Institucionales con rango de viceconsejero el mismo día que cesó como titular de Educación y ha permanecido en el puesto mes y medio. Inclán replicó al parlamentario del PP que los nombramientos es una competencia exclusiva del consejero y a que a él 'nadie le impone un nombre'.
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