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Mercados a la defensiva

Las empresas ligadas a la actividad militar y la seguridad disparan su cotización en la Bolsa de Estados Unidos, donde, por primera vez en 25 años, ha pasado septiembre sin ninguna OPV

Nada en Estados Unidos es lo mismo tras el 11 de septiembre. El país se ha puesto en pie de guerra y la economía civil, muy debilitada ya antes de los atentados, está bajo mínimos, pendiente del plan de estímulos monetarios, fiscales y de inversión pública de más de 100.000 millones de dólares que difícilmente va a evitar la recesión.

Nada en Estados Unidos es lo mismo tras el 11 de septiembre. El país se ha puesto en pie de guerra y la economía civil, muy debilitada ya antes de los atentados, está bajo mínimos, pendiente del plan de estímulos monetarios, fiscales y de inversión pública de más de 100.000 millones de dólares que difícilmente va a evitar la recesión. En esa atmósfera deprimida, el ambiente prebélico ha disparado las expectativas económicas de los sectores de defensa y seguridad.

Un ejemplo es Boeing. El constructor aeronáutico, que por una parte ha sufrido la crisis de las compañías aéreas, ha visto a mediados de esta semana cómo se disparaba su cotización en Bolsa ya que la cuarta parte de su negocio lo hace con el sector militar y el Pentágono ya ha anunciado un presupuesto de 345.000 millones de dólares. Otras compañías, como L-3 Communications (de satélites y aviónica) o Northrop Grumman (bombarderos, misiles, cruceros y destructores), han registrado récord en Wall Street y grandes firmas como General Dynamics, Honeywell, Raytheon o Lockheed Martin aumentan sus perspectivas de negocio.

Las empresas de seguridad, que mueven 100.000 millones de dólares al año en Estados Unidos, son otras de las grandes beneficiadas de la crisis, igual que las empresas de nuevas tecnologías de comunicación. Lo demás, es todo incertidumbre. Los atentados no sólo han derrumbado las bolsas, sino que han paralizado las emisiones y las salidas a cotizar. En Estados Unidos hacía 25 años que no se vivía un septiembre sin ofertas públicas de venta (OPV).

En la Bolsa española también ha estado paralizada la demanda de papel nuevo. Esta semana, el índice general ha caído el 1,34% y el Ibex 35 el 1,98%, de nuevo, por la situación argentina.

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