Todos los grupos democráticos llegan a un acuerdo sobre la ayuda a las víctimas

Todos los grupos parlamentarios, a excepción de Batasuna, alcanzaron ayer el primer acuerdo respecto a las víctimas del terrorismo. Impulsado por el PSE, cuyo portavoz, Víctor García, pidió un receso para intentar llegar a un pacto, los partidos democráticos suscribieron una nota de siete líneas en la que instan al Gobierno a analizar y, en su caso, revisar en el plazo de seis meses los programas de ayuda a las víctimas que estén vigentes.

El acuerdo, sustentado en una proposición no de ley planteada por el PP, establece que el análisis y posible revisión de esos programas debe tener en cuenta las necesidades que las víctimas del terrorismo tienen en campos como la sanidad, la educación, la vivienda o la asistencia psicológica. Asimismo, precisa que tiene que tener en cuenta la opinión de los afectados, y que hay que intentar hacerlo de la manera más consensuada posible entre los partidos de la Cámara.

El acuerdo, que sólo hace 15 días hubiera parecido imposible, dio paso a una felicitación colectiva en la Cámara, y ello a pesar de que durante el primer turno de intervenciones los partidos mantuvieron la habitual postura de enfrentamiento. El popular Carlos Urquijo subió a la tribuna y advirtió de que su partido no iba 'a admitir más literatura en este asunto'. Una postura que fue respondida desde el PNV por Emilio Olabarria, quien se estrenó en esta legislatura. Con un discurso inicialmente más propio de una reunión del Consejo General del Poder Judicial, del que fue vocal, Olabarria calificó la propuesta popular de 'insuficiente' e 'insolidaria', y acusó a sus miembros de querer 'patrimonializar el sufrimiento de las víctimas'.

El socialista Víctor García Hidalgo sostuvo que en este asunto debe existir un consenso amplio para no convertirlo en un elemento más de enfrentamiento partidista. 'No podemos transformar esta problemática en un concurso de ideas entre los partidos', criticó.