_
_
_
_

Putin consigue que los europeos rebajen sus críticas sobre Chechenia

El presidente ruso establece con la UE una vía de diálogo permanente sobre terrorismo

Los atentados del 11 de septiembre han servido para revolucionar positivamente las relaciones de Rusia con EE UU, la UE y la OTAN. Así se desprende de la visita de Vladímir Putin a Bruselas. Con los Quince, el líder ruso ha acordado impulsar el diálogo sobre terrorismo y seguridad, y ha arrancado de los europeos más comprensión hacia su política en Chechenia.

Más información
Putin garantiza que Rusia suministrará energía a Europa en caso de crisis regional
Putin ayudará a EE UU en su lucha contra los talibán
Putin asegura que facilitará información a EE UU
Putin trata de encajar el rompecabezas asiático
Putin reitera su apoyo militar a la coalición internacional contra el terrorismo
Los independentistas chechenos piden una reunión con Moscú para discutir su desarme

Con la OTAN, Putin ha decidido trabajar en pro de una relación de mayor calibre a cambio de ablandar su resistencia a una nueva ampliación de la Alianza. Rusia se ha convertido en un 'socio especial y primordial' para la UE y con el que hay una sintonía común tras la barbarie terrorista, afirmó ayer el primer ministro belga y presidente en ejercicio de la UE, Guy Verhofstadt. En parecidos términos se expresaba el secretario general de la OTAN, George Robertson, en presencia de Putin tras una entrevista de más de una hora.

La cumbre UE-Rusia centró gran parte de atención en el terrorismo, aunque no fue el único tema. Ambas partes suscribieron una declaración conjunta sobre el fenómeno en la que se subraya que 'ninguna acción terrorista tiene justificación' y se afirma la voluntad de desarrollar una mayor cooperación dentro de una gran coalición internacional bajo el paraguas de la ONU. 'La amenaza terrorista no se resuelve sólo con respuestas militares', dijo Puttin.

Verhofstadt y Putin decidieron ayer reforzar el diálogo político y la cooperación UE-Rusia en materia de seguridad a través de un mecanismo de consulta mensual entre el Comité Político y de Seguridad Común de la Unión (COPS) y los representantes diplomáticos rusos. Putin dijo que quería ir más allá y habló de crear en el futuro un órgano permanente de consulta. Moscú sigue con gran atención el desarrollo de la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE y de la futura creación de una fuerza de reacción rápida (60.000 soldados), operativa a partir de 2003, a la que Rusia podría sumarse.

'El sistema actual no garantiza la estabilidad. Nadie puede sentirse bien defendido' tras los atentados en EE UU, señaló Putin en conferencia de prensa. El presidente se lleva una mayor comprensión sobre su política en Chechenia. El borrador del comunicado final que habían preparado los europeos recogía la preocupación sobre la situación de los derechos humanos y los obstáculos para la entrega de la ayuda humanitaria. El texto deja muy aguado el problema de la república norcaucásica. 'La mano de quienes ponen las bombas en Nueva York y Washington es la misma que la de los atentados en Moscú. Los rebeldes chechenos son fundamentalistas con métodos terroristas', sentenció.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Al margen del diálogo político, la UE y Rusia han acordado constituir un grupo de trabajo de alto nivel para dinamizar la cooperación económica con vistas a crear en el futuro un espacio económico europeo común, así como proseguir el diálogo que facilite el suministro de petróleo y gas rusos a Europa. Los Quince han prometido a Moscú defender sus intereses para su pronto ingreso en la OMC y ofrecido garantías de que la ampliación de la Unión no irá en detrimento de los rusos.

Por lo que respecta a la Alianza, Putin ha dicho que ha llegado el momento de que su país establezca unas relaciones de 'mayor calidad' con la OTAN. Dejó entrever que su país se muestra ahora menos reacio a la próxima ampliación de la organización, que incluiría a los países bálticos siempre y cuando se aborde desde un 'nuevo enfoque'. 'Si la OTAN deja de ser una organización militar y pasa a ser una organización política, cambiarían mucho las cosas', afirmó.

El secretario general de la OTAN, George Robertson, y el presidente ruso, Vladimir Putin, ayer, en Bruselas.
El secretario general de la OTAN, George Robertson, y el presidente ruso, Vladimir Putin, ayer, en Bruselas.REUTERS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_