Todos los partidos critican la fragilidad de las 'pruebas irrefutables'
La expectación que había despertado la comparecencia urgente de Antonio Alonso Ureba, quien anunció el jueves pasado que tenía 'pruebas irrefutables' que demostraban que David Vives, ex director de Supervisión de la CNMV, mintió en el Congreso, por lo que anunciaba una querella contra él, quedaron ayer frustradas para todos los grupos parlamentarios, incluido el PP.
Las pruebas se limitaron a una serie de fotocopias sobre faxes, de los que faltaba la parte más relevante, correos electrónicos en los que la imagen de los interlocutores resulta perjudicada pero no está tan claro a quién benefician, y un dictamen pericial caligráfico para intentar demostrar que Juan Fernández Armesto escribió la palabra 'nuevos' y las anotaciones 'Pto 1' y 'Pto 2' en dos papeles que el ex presidente de la CNMV aseguró no haber visto.
Los portavoces de todos los grupos ironizaron sobre si no habría sido 'un calentón' lo que le llevó a remitir al presidente de la Comisión Gescartera, Luis Mardones, la carta en la que pedía comparecer y anunciaba su querella. Le preguntaron si fue 'un calentón' porque él utilizó esa expresión para justificar que respondió con un 'No conforme' a un requerimiento de Vives al Arzobispado de Valladolid.
Su explicación de ese incidente fue rocambolesca. Relató que Vives le pedía que todo fuera visado por el departamento jurídico en vez de asumir su responsabilidad. Por eso, en 'broma', le contestó que no a un requerimiento. De las palabras de Alonso y, sobre todo, de sus gestos, se traslució que si algo no era frecuente entre él y Vives eran las bromas. Aquel 'calentón' se solucionó, según Alonso, con una conversación 'entre compañeros' en la que quedó claro que él estaba conforme con el requerimiento de Vives para que el Arzobispado de Valladolid le aportase mayor información. Esa conversación también fue relatada por Vives en la Comisión, pero como una discusión acalorada.
Alonso puso especial énfasis en subrayar que no tuvo relación de especial amistad con la ex presidenta de la CNMV, Pilar Valiente. En ese contexto comentó cómo fue fichado por el presidente de Telefónica, César Alierta, para convertirse en el secretario de su consejo. Dijo que se fue a su casa dos meses y medio, y que recibió cuatro ofertas: de Airtel, de un gran banco, y de dos bufetes de abogados. Y mientras meditaba le llamó Alierta, al que no conocía 'de nada', y le ofreció ser secretario del consejo. Los diputados de la oposición le preguntaron qué hay que hacer para tener tanta suerte. Replicó que él sólo es un prestigioso jurista aunque 'no sea abogado del Estado'.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.