Prohibida desde hoy la quema o abandono de neumáticos usados

La quema o el abandono en vertederos de los neumáticos usados, un tipo de residuo del que en Euskadi se generan anualmente más de 16.500 toneladas, está prohibida desde hoy en la comunidad autónoma, al entrar en vigor un decreto aprobado en marzo por el Gobierno vasco. La norma contempla el tratamiento de las cubiertas en desuso para ser utilizadas combustible en plantas cementeras. Este proceso se realiza en una empresa ubicada en Zamudio, que es la primera planta de recuperación de cubiertas usadas en España y funciona oficialmente desde hace casi dos años.

Con este reciclaje Euskadi se anticipa en unos meses al plazo marcado por una directiva de la UE que prohíbe el vertido de los neumáticos usados a partir de 2002. El abandono de cubiertas en desuso en vertederos o en zonas incontroladas, una práctica habitual hasta ahora, provoca grandes problemas ambientales. 'Ocupan mucho espacio y tienen el riesgo de provocar incendios. Además, es un residuo que no puede ser compactado', explica la viceconsejera de Medio Ambiente, Esther Larrañaga.

Estos inconvenientes llevaron a Medio Ambiente a iniciar en 1996 una experiencia piloto. Las autoridades se fijaron en Estados Unidos, que generaba eentonces 266 millones de neumáticos, de los que 202 (un 75%) se valorizaban, especialmente como combustible en los hornos que fabrican el cemento.

Empresa constituida

En 1997 se constituyó la sociedad Neuciclaje, participada por las dos cementeras vascas (Rezola y Lemona), la principal distribuidora de neumáticos de Euskadi y una ingeniería. Una vez en funcionamiento, el Gobierno empezó a estudiar la elaboración de una norma que regulase una actividad inédita hasta ahora. Pese a que su aprobación iba a producirse en 1998 no se concretó hasta casi tres años después.

El decreto incorpora la prohibición de las 'actividades de eliminación de los neumáticos que consistan en su destrucción total o parcial por simple incineración y otros sistemas, tales como su deposición en vertedero, que no impliquen reciclado o valorización'. También se prohíbe el 'abandono y vertido incontrolado' y únicamente se permite su 'eventual' utilización 'como elementos funcionales en depósitos o vertederos destinados a otros residuos'.

El incumplimiento de esta norma comporta sanciones que vienen tipificadas en la ley de Medio Ambiente del País Vasco,aprobada en 1998, que contempla multas a partir de 50.000 pesetas para las faltas leves, hasta los 200 millones para las más graves. 'La sanción depende de lo que se haga, dónde y cómo', señala Esther Larrañaga.

Neuciclaje, que con las cubiertas en desuso llega a sustituir el 20% del combustible que requiere el horno cementero, trató el pasado año casi 6.700 toneladas. A finales de agosto de este año había superado las 7.500 toneladas.