El presupuesto de 2002 pondrá fin a las "rencillas políticas", según Montoro

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, prevé que con el nuevo año finalizarán en Andalucía las 'rencillas políticas sin sentido' entre Junta y Gobierno al recoger los Presupuestos Generales del Estado de 2002 el acuerdo de financiación autonómica. Una vez que Andalucía se ha sumado al acuerdo, el ministro cree que se quedarán atrás 'debates políticos' que, en su opinión, han hecho que la Junta no haya tenido recursos suficientes durante los últimos años.

Montoro, que ayer estuvo en Jaén, no aportó datos sobre las inversiones que se realizarán el año próximo en la comunidad autónoma y se limitó a indicar que crecerá un 8,04% en relación a lo contemplado en el presupuesto de este año.

Una vez alcanzado y materializado el pacto sobre financiación autonómica el ministro considera que la Junta debe dejar de llamar 'siempre a la misma puerta' pidiendo dinero. 'Que cada palo aguante su vela', añadió mientras dejaba entrever que el Gobierno no va a aportar los 4.000 millones que se reclaman para que colabore en el plan social de la empresa automovilística Santana. 'Cuando una administración firma algo es para comprometerse a sí misma, no a los demás', subrayó.

El ministro recalcó que la empresa es propiedad de la Junta y que debe ser ésta la que plantee soluciones. Apoyó la privatización que se va a realizar, pero señaló que el Gobierno sólo dará su apoyo a un plan industrial que garantice el futuro. 'Se ha hecho un nuevo modelo de financiación autonómica, ahora cada uno debe atender sus prioridades y no volver la cara al Gobierno central'.

La próxima privatización que desarrollará el Gobierno en Andalucía será la de la empresa Coosur, de Jaén, que pasará a manos privadas a principios del próximo año, según anunció el ministro.

Montoro se mostró ayer especialmente beligerante con la Junta por el acuerdo para construir el Museo de Arte Ibero, aún sin plasmar en un documento. 'Parece que no tienen capacidad para hacer nada', dijo el ministro exigiendo la cesión inmediata de los terrenos.