Artista polifacético
El galerista en Londres de Juan Muñoz, Nicholas Logsdail, de la galería Lisson, recuerda el interés del creador madrileño en explorar todas las avenidas culturales, desde el dibujo a la escultura, literatura, música, cine y radio. 'Había pocos como él', dijo en vísperas del homenaje. 'Sobresalió entre los artistas de su generación por su aproximación a todos los aspectos de la condición humana con gran fuerza poética y variedad de sentimientos', añadió.
'Sí', coincide Adrian Searle, crítico de The Guardian, 'era generoso en su relación con la audiencia y extremadamente abierto en su aproximación al arte. Se movía en un abanico de disciplinas y nos demostró que no hay reglas ni género único. Veía el arte como algo fluido que le permitía moverse desde la escultura a la interpretación en vivo, desde el dibujo a la radio, desde la escritura a la música'.
Esta faceta multidisciplinar salió ayer a relucir en las intervenciones de los compositores Alberto Iglesias y Gavin Bryars, de escritores como el propio Searle, su colega John Berger o la australiana Louise Neri, y en las palabras del artista plástico Juliao Sarmento. Juntos se despidieron de un querido compañero en la sala de Turbinas de la galería Tate Modern.