El Ayuntamiento soterrará 162 kilómetros de líneas eléctricas en tres años

El pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó ayer, con los votos de los tres grupos (PP, PSOE e IU), un plan para soterrar 162 kilómetros de tendidos de alta tensión (la ciudad cuenta con 408 kilómetros de red eléctrica) en un plazo máximo de tres años. La medida fue defendida conjuntamente por la oposición (IU y PSOE), y salió adelante por unanimidad tras presentar el concejal de Urbanismo, Ignacio del Río (PP), una propuesta articulada en torno a cinco puntos.

Simultáneamente, un grupo de unos 200 vecinos del barrio de Orcasitas (Usera) se manifestaba en la plaza de la Villa con pancartas y cruces negras coreando lemas como 'O entierran las líneas o nos entierran', en alusión a los problemas para la salud que entraña vivir cerca de las torres de alta tensión. Estos vecinos llevan semanas movilizados para conseguir que el Consistorio les libere de las líneas de alta tensión que cruzan y rodean el barrio.

Al concluir el pleno, Ignacio del Río aseguró que ya se han enterrado 20,8 kilómetros de cables en toda la ciudad, y adelantó que están en ejecución otros 37 kilómetros. Estos últimos afectan a las líneas de la zona del hospital Doce de Octubre (también en Orcasistas), Villa de Vallecas y a tres líneas situadas en Aravaca, Latina y Herrera Oria. El acuerdo prevé una inversión de 35.000 millones de pesetas, de los cuales la mitad correrá a cargo de las compañías eléctricas y la otra mitad a cuenta del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid.

El pleno municipal especificó que se establecerán partidas presupuestarias para las obras y se creará una comisión de seguimiento con participación de PSOE e IU y de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM).

Por último, prevé difundir a través de las áreas de Medio Ambiente y de Salud y Consumo los estudios epidemiológicos realizados por organismos e instituciones científicas relativos a los cambios electromagnéticos.Tanto la edil socialista Matilde Fernández como la portavoz de Izquierda Unida, Inés Sabanés, vieron razonable la propuesta de Del Río, aunque la primera se preguntó de dónde saldrá el presupuesto, teniendo en cuenta que este año sólo se contaba con 300 millones de pesetas para acometer los trabajos de soterramiento de cables. Sabanés dio un voto de confianza condicionado: 'Si hay voluntad de hacer lo que aquí se dice, estamos en el buen camino', confió.

Frenar la entrada de coches

El acuerdo sobre las líneas de alta tensión no fue el único punto en el que se produjo un acercamiento de posturas entre gobierno y oposición. El alcalde, José María Álvarez del Manzano, sorprendió a todos al manifestar que va a solicitar al Gobierno de la Comunidad, que preside Alberto Ruiz-Gallardón, que elabore 'un plan regional para evitar que entren 750.000 vehículos diariamente en la capital desde la periferia'.

Álvarez del Manzano planteó esa propuesta tras reiterar los concejales de PSOE e IU su rechazo a la construcción de un nuevo túnel en la calle de María de Molina, una actuación presupuestada en 7.124 millones de pesetas para enlazar el paseo de la Castellana con la N-II (carretera de Barcelona) y cuyas obras durarán 16 meses. Justo Calcerrada, portavoz municipal de IU en materia de Urbanismo, pidió que el dinero que costaría el túnel, de 1.742 metros de longitud, se emplee en construir, en los accesos a Madrid, los llamados aparcamientos disuasorios -aquéllos dirigidos a conductores que vienen de municipios de la periferia y que están dispuestos a dejar el coche a la entrada de la ciudad y moverse después por el centro en transporte público-. Según Calcerrada, la creación de estos aparcamientos 'reduciría entre un 10% y un 15% el tráfico en la capital'.