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AULAS

La formación de los cuidadores de enfermos, nueva propuesta docente de la Hispalense

El master, novedoso por sus características, cuesta 700.000 pesetas y consta de 50 créditos

Hoy, el cuidado de ancianos y enfermos crónicos se ejerce sin la formación ni los conocimientos adecuados. Esto, a la larga, repercute en la calidad de vida de todos; con demasiada frecuencia, son los propios cuidadores los que terminan enfermos y acudiendo al psiquiatra. Y, para poner remedio a esta situación, un equipo multidisciplinar de la Universidad de Sevilla ha diseñado un master que se anuncia como innovador. Consta de 50 créditos y el precio de la matrícula es de 700.000 pesetas. Las clases está previsto que empiecen el 2 de noviembre, aunque la reserva de plaza finaliza el 5 de octubre.

'O se cuida al cuidador, o al final hay dos enfermos'. Así de rotundo se muestra el catedrático de psiquiatría Alfonos Blanco, principal promotor del master Atención a cuidadores de ancianos, enfermos crónicos y terminales, que a partir del 2 de noviembre impartirá el departamento de Psiquiatría de la Universidad de Sevilla. El curso consta de 500 horas lectivas; de ellas, 250 son teóricas y el resto se reparten entre las prácticas a realizar y la elaboración de un trabajo.

No es frecuente ver a la Universidad implicada directamente en la resolución de problemas sociales, pero, como dice la psicóloga Rosario Antequera, 'ahora las consultas de psicólogos y psiquiatras están copadas, no por enfermos mentales, sino por personas que cuidan a otras enfermos, que, en un momento determinado ya no soportan la carga y han de acudir a nosotros'.

Blanco y Antequera son los promotores de este master. Con él prentenden paliar las lagunas de formación e información que tienen las personas que se dedican al cuidado de enfermos. Los datos que estos profesores manejan con relación a este tema son alarmantes. 'Sólo el 12% de las cargas que generan ancianos y enfermos crónicos las asume la seguridad social. El resto, es decir, el 88%, son soportadas por las familias', precisa el psiquiatra. Blanco comenta que es frecuente que el cuidador abandone el trabajo, con todo lo que eso conlleva. 'A veces se niegan a salir con los amigos o a irse de compras; incluso dejan de cortarse el pelo y descuidan su aseo personal', añade.

Lo que está ocurriendo es muy grave, concluyen estos dos profesores de la universidad. 'La esperanza de vida aumenta y las enfermedades crónicas también', resumen. En su opinión, urgen medidas. El programa docente que ellos proponen con el master pretende dotar a quienes acudan al curso de conocimientos suficientes como para abordar cualquier situación que se le presente a un cuidador. A estos profesores les preocupa que el cuidador, que ha de enfrentarse a diario a situaciones complejas, 'no disponga, tan siquiera, una guía escrita o con alguien, ya formado, que les oriente'.

El estrés, la ansiedad, la pérdida de autoestima, e incluso una 'especie de suplantación de la personalidad del enfermo al que cuidan', aclara Antequera, son algunos de los rasgos que caracterizan a estas personas que al principio asumen el cuidado del familiar con entusiasmo, pero que, poco a poco se ven desorientados y solos; y también enfermos.

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María del Mar Aires, psicóloga, ha estudiado a estas personas y aún se sorprende al recordar 'que el 100% de los encuestados eran educadores codependientes', dice. Y es que quienes cuidan a otros se implican 'en muchos casos, de forma patológica', asegura Blanco. A veces, en la consulta del médico se oyen frases como ésta: 'Hoy, doctor, no hemos comido muy bien', dice el psiquiatra que le cuenta un familiar cuidador.

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