El Papa llega hoy a Kazajistán, desafiando la alerta de seguridad

Ni el riesgo de atentados ni la alarma por una posible intervención inmediata de Estados Unidos y sus aliados en Afganistán han hecho desistir al papa Juan Pablo II de su viaje a la República de Kazajistán, de mayoría musulmana, situada en una zona que en estos momentos es de alto riesgo. No obstante, el Pontífice, de 81 años, irá acompañado por un séquito reducido en el que no figurará el secretario de Estado de la Santa Sede, cardenal Angelo Sodano, un hecho insólito en la historia de los viajes papales.

Sodano permanecerá en el Vaticano al frente de un Gabinete de crisis dada la gravedad de la actual situación internacional. Juan Pablo II aterrizará hoy a las 14.30 (19.30 horas local) en Astana, una ciudad de apenas 250.000 habitantes, situada en medio de la estepa, capital desde 1997 de este inmenso territorio, la mayor de las ex repúblicas soviéticas en Asia central. El viaje es el número 95 de los que ha hecho fuera de Italia en sus casi 23 años de pontificado.

Wojtyla se ha referido en varias ocasiones desde el 11 de septiembre a los atentados sufridos por las Torres Gemelas de Nueva York y por el Pentágono, en Washington, condenándolos sin paliativos, pero ha pedido también a Estados Unidos que refrenen sus deseos de venganza y promuevan la paz. El Vaticano desea mantener las relaciones de amistad y concordia con el Islam a cualquier precio, aunque a título individual algunos cardenales, como el de Bolonia, Giacomo Biffi, se ha mostrado abiertamente receloso del aumento de la presencia de inmigrantes de religión musulmana en Italia y en Europa.

Kazajistán, con una población de unos 17 millones (y un territorio casi cuatro veces España), está habitado por un centenar de etnias diferentes y cuenta con una mayoría -unos 8 millones- de musulmanes sunitas, lejos en su mayoría de la influencia fundamentalista, que ha comenzado a hacer progresos en el sur del país. El Vaticano ha planificado cuidadosamente el viaje, también desde el punto de vista de la seguridad. El avión papal no se aproximará siquiera al espacio aéreo afgano durante la larga travesía.