La 'Suite 347' muestra la ironía y la fuerza erótica del Picasso de los últimos años

Como tantas otras de sus obras, Pablo Picasso pintó los aguafuertes de la Suite 347 de manera compulsiva, entre el 16 de marzo y el 5 de octubre de 1968, en su casa de Notre Dame de Vie, en Mougin, cinco años antes de su muerte. El Centro Cultural de Cascais exhibe hasta el próximo 4 de noviembre esta serie, en la que el pintor malagueño recreó los juegos eróticos del pintor Rafael con su amante Formarina ante la presencia de diferentes voyeurs. Estos 347 grabados fueron realizados en múltiples formatos y, en la muestra, se agrupan en cuatro apartados temáticos.

El Centro Cultural de Cascais, que acoge la exposición de la Suite 347, fue inaugurado por el presidente portugués, Jorge Sampaio, en mayo de 2000 y visitado por el Rey de España cinco meses después. Las estrechas relaciones de don Juan Carlos con Estoril y Cascais, el interés por el arte español y los centenares de turistas de nuestro país que visitan la zona justifican, a juicio de uno de los responsables del centro, la habitual presencia de artistas españoles en uno de los nuevos polos culturales de Portugal.

Levantado sobre las bases del antiguo convento de Nuestra Señora de la Piedad y convertido en el cuarto mayor espacio de exposiciones del país, el Centro Cultural de Cascais ofrece hasta el próximo 4 de noviembre los 347 aguafuertes realizados por Picasso entre el 16 de marzo y el 5 de octubre de 1968.

La Suite 347 fue mostrada por primera vez en el otoño de 1968 en la galería Louise Leiris, de París, donde hubo de habilitarse una sala privada, de acceso restringido a adultos, para exponer una serie de dibujos eróticos que reflejaban los 'juegos' del pintor Rafael con su amante Formarina. En esta serie, Picasso alimenta la escena principal con grupos de voyeurs, en algunos casos figuras religiosas, saltimbanquis, el propio pintor, Miguel Ángel o su habitual grabador, Aldo Crommelynck.

Una de las características de la famosa Suite 347 reside en el hecho de que esta colección no obedece a formatos idénticos, a semejanza de lo que ocurre con la Vollard o el grupo 156. En esta ocasión, Picasso ofrece todo tipo de formatos, lo que permite disfrutar del genial artista a pequeña escala o en grandes dimensiones. La serie está divida en cuatro grupos temáticos: La Celestina, inspirada y realizada para la obra de Fernando de Rojas; Picasso, su obra y su público, una selección de los temas habituales del pintor, así como sus diversas técnicas y estilos; Mitologías y circos, grabados sobre la mitología y el circo del Mediterráneo, y El pintor y sus modelos, una extensa selección de las obras relacionadas con las modelos del artista.

Colaboración

El administrador delegado de la Fundación Don Luis I (responsable del nuevo centro cultural), Salvato Telles, también traductor de algunas de las obras del escritor Javier Marías, explica: 'La relación con la Fundación Bancaixa, de Valencia, propietaria de esta colección, se inició a título personal cuando visité Valencia para un ciclo de cine; allí establecí muy buenos lazos de amistad con ellos y propuse posteriormente un convenio de colaboración para exponer algunos de sus fondos'.

Fruto de esa colaboración y de sus excelentes relaciones con el Museo Extremeño e Ibeoramericano de Arte Contemporáneo (MEIAC), con sede en Badajoz, el Centro Cultural de Cascais ya ha ofrecido otras dos exposiciones de Picasso, la Suite Vollard y la Suite 156, también propiedad de Bancaixa, varias muestras de arte español y una amplia colección de arte portugués contemporáneo, propiedad del MEIAC.