El FBI sospecha que Arabia Saudí no facilita toda la información de que dispone sobre redes terroristas
El Gobierno de EE UU no está seguro de que las promesas de colaboración por parte de Arabia Saudí sean del todo sinceras. Aunque Riad, a través de la embajada en Washington, envía constantes mensajes de solidaridad y promesas de ayuda en la investigación, la diplomacia estadounidense sospecha que Arabia no facilita toda la información de la que dispone. El ministro de Asuntos Exteriores saudí, el Príncipe Saud al-Faisal, viajó ayer a Washington y creó con ello otra preocupación: pretende llevarse en su avión a un grupo de conciudadanos sin esperar a que pueda interrogarlos el FBI, que cree que alguno de ellos puede aportar informaciones a la investigación.
Según los informes del FBI, al menos 6 de los 19 secuestradores de los cuatro aviones empleados en los atentados son de nacionalidad saudí, aunque sólo en uno de los casos está confirmada la procedencia. Además, entre 20 y 25 de las personas interrogadas por su posible relación con los terroristas tienen vínculos con Arabia Saudí.
Este país, el más influyente en la zona, es en teoría el mejor aliado de EE UU y lo demostró como miembro de la coalición internacional contra Irak en la Guerra del Golfo. Sin embargo, a pesar de la excelente relación diplomática y personal que mantienen los dirigentes de los dos países, el Departamento de Justicia se ha quejado insistentemente de algo que ahora se convierte en fundamental: el FBI sospecha que Arabia Saudí tiene, pero no facilita, informaciones precisas e incomparables sobre algunas de las redes terroristas que giran en torno a Osama Bin Laden.
La agencia federal asegura que Arabia Saudí no ha cumplido su promesa de cooperación plena en las investigaciones de dos atentados anteriores. Fue muy significativo lo que ocurrió tras el bombardeo de un edificio de Riad en 1995 en el que murieron cinco estadounidenses: Arabia Saudí detuvo a varios sospechosos, emitió un veredicto de culpabilidad y los decapitó antes de que agentes del FBI pudieran interrogarlos.
Según Clovis Maksud, antiguo embajador de la Líga Árabe ante EE UU y la ONU, los saudíes 'quieren ser aliados de Washington porque hay intereses económicos, pero no quieren que el mundo árabe y el mundo musulmán les identifique como cercanos a EE UU'. Según afirmó el vicepresidente de EEUU, Dick Cheney, Arabia Saudí 'entiende que acabar con el terrorismo nos beneficia a todos'.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.