Las bolsas europeas sufren fuertes pérdidas arrastradas por la apertura de Wall Street

Máxima volatilidad. El patriotismo que aguantó Wall Street durante las dos primeras sesiones, tras el cierre de cuatro días, regresó pocos minutos antes del cierre de la sesión. Las horas anteriores se vivieron con angustia, ya que el Dow Jones llegó a perder más del 4% de su valor, aunque cerró la jornada con una caída del 1,62%. Un importante grupo de compañías anunciaron que sus beneficios serán inferiores a los anunciados. El sentimiento negativo del mercado provocó que los mercados europeos cerraran con pérdidas: Alemania cayó un 3,65%; el FTSE de Londres, un 2,62%, y el Ibex 35, un 1,56%.

El mercado de Nueva York fue escenario de numerosos revisiones de beneficios, algo que nunca gusta a los inversores. Ayer le tocó a Eastman Kodak, Adobe y Hilton, que perdieron la confianza de los ahorradores.

Superadas las dosis de patriotismo, aparecieron las ventas, que provocaron pérdidas tanto en el Dow Jones como en el Nasdaq Composite. El informe de la Reserva Federal, que confirmaba la tendencia al parón económico en vista de la débil actividad de agosto y los primeros días de septiembre, y los negativos datos ofrecidos por el Departamento de Comercio, añadieron motivos para el pesismismo. Antes de cerrar la sesión, se conoció que un centenar de aviones de combate norteamericanos habían despegado rumbo a Oriente Medio, una noticia que coincidió con una recuperación final del mercado bursátil.

La caída de ayer no fue sorprendente, aunque se esperaba que, tras la contención del martes (sólo 17 puntos de perdida, frente a los 684 del lunes) los mercados tuvieran más sangre fría y se aprovecharan de las 'gangas', ya que son numerosos los valores en mínimos anuales.

Noticias negativas

Las órdenes de compra no llegaron en masa porque se conocieron algunas noticias negativas. Además de las revisiones a la baja de los resultados de algunas empresas, Boeing anunció que los despidos pueden llegar hasta 30.000 empleados, el 15% de la plantilla.

En Detroit, los responsables de la industria automovilística se reunieron para analizar la situación y expresar su temor de que la incertidumbre retraiga al consumidor. El año pasado se vendieron 17,3 millones de automóviles de todo tipo y ahora se estima que éste terminará con unas ventas de 16,1 millones.

En el sector civil, la más llamativa evolución positiva fue la de Verizon, la compañía de telecomunicaciones, al alza por haberse disparado la ventas de teléfonos móviles en Estados Unidos, reveladora de la ansiedad en que vive el país y de la necesidad que sienten los norteamericanos de estar en contacto con los suyos en estos momentos de incertidumbres de todo tipo. Las compañías relacionadas con el sector militar seguían atrayendo la inversión y sus cotizaciones se recuperaron con fuerza.

El Departamento de Comercio anunció que en julio se redujo ligeramente el déficit comercial con respecto al mes anterior, de 29.100 millones a 28.800, pero lo que a primera vista podría ser considerado una noticia positiva fue interpertado como la ratificación de que la economía está débil no sólo en Estados Unidos sino en el resto del mundo. Cayeron las importaciones, como resultado de la menor actividad en casa, y también las exportaciones, debido al enfriamiento económico en el exterior. Los analistas vaticinan que con el aumento de los despidos y las dudas sobre lo que guarda el futuro, la economía y los mercados seguirán deprimidos por tiempo indefinido.

Mientras tanto, en España, el mal comportamiento registrado por los dos grandes bancos -BBVA y BSCH- y Repsol- YPF hizo cerrar a la Bolsa de Madrid con un retroceso del 1,33%, el menor de Europa.

Al cierre de esta sesión con alta volatilidad, en la que el negocio fue alto y ascendió a 2.006 millones de euros (333.895 millones de pesetas), el Índice General de Madrid bajó 9,30 puntos y se situó en 689,51, en tanto que el selectivo Ibex-35 perdió el nivel psicológico de los 7.000 enteros, al retroceder un 1,56%, equivalente a 110,20 unidades, y situarse en 6.933,60. También el Nuevo Mercado cerró con números rojos, al caer un 1,56%, que lo llevó hasta los 1.846 puntos.

Las restantes bolsas europeas sufrieron más los descensos que registraba Wall Street a media sesión, por los avisos despidos masivos. Londres se dejó un 2,62%, París un 2,05%, Milán un 1,63% y Francfort, que cierra a las 20.00 horas, lo hacía un 3,65%.

Repsol YPF fue, entre los grandes, el valor más castigado al bajar un 5,51%, tras sufrir las consecuencias del abaratamiento del precio del petróleo, que afectó a todo el sector europeo, mientras que los grandes bancos siguieron penalizados por las advertencias de menos ingresos por el enfriamiento económico y BBVA perdió un 4,56% y BSCH, un 2,12%. El mercado volvió a confiar en Telefónica y por tercera sesión consecutiva cerró en positivo, aunque el avance fue de un inapreciable 0,09%.