Caballero Bonald resalta el carácter 'terapéutico' de escribir memorias

Han pasado seis años desde que José Manuel Caballero Bonald (Jerez, 1926) publicara Tiempo de guerras perdidas, el primer volumen de lo que él mismo bautizó como La novela de la memoria, una suerte de remodelación selectiva de la experiencia personal que abarcaba desde la infancia a los años cincuenta. El escritor afincado en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) presentó ayer La costumbre de vivir, segunda entrega de este viaje por los recuerdos interiores.

La sede de la Fundación José Manuel Caballero Bonald fue el escenario de la presentación. Como maestros de ceremonias oficiaron el escritor José Luis Sampedro y el editor Juan Cruz. El autor jerezano afirmó: 'La costumbre de vivir es el libro que más trabajo me ha costado escribir, y para el que he tenido que preparar cuatro o cinco versiones'. Su gestación ha sido, según el autor, algo más que un ejercicio literario, una actividad 'terapéutica'.

'Es un expurgo de la memoria, que no sólo es el factor desencadenante de un libro en el que tú eres protagonista. La memoria es, como afirmaban los griegos, la madre de las musas', comentó Caballero Bonald. 'Me he quedado muy tranquilo', añadió, y recomendó esta práctica 'como lo hacen los psiquiatras, para librarte, sobre todo, de las manías persecutorias'.

Para Juan Cruz, La costumbre de vivir 'es un retrato, que no un autorretrato, de lo que pasó a un país que tenía que dejar perplejo a un poeta. Un país difícil y mezquino, del que había que hacer memoria para que no se repitiera', dijo el editor. La presentación del libro prologa el congreso Literatura y memoria, que se iniciará hoy en Jerez y concluirá el viernes.