Implicados seis médicos en un fraude de recetas valorado en ocho millones

Seis médicos, ocho farmacias y el representante de un laboratorio están implicados en un presunto fraude de recetas falsas al Servicio Catalán de la Salud estimado en ocho millones de pesetas. Los Mossos d'Esquadra estaban investigando los hechos desde hace dos años y medio y hace unos días detuvieron a Antonio Javier M. R., de 31 años, el visitador médico en torno al cual se orquestó la supuesta estafa.

El procedimiento del fraude es muy similar al empleado en otras ocasiones. En este caso, el visitador médico acudía a diversos centros de asistencia primaria y lograba que los médicos le facilitasen las recetas formalizadas con los nombres de pacientes suyos -siempre pensionistas- o de otros médicos del mismo ambulatorio. A partir de ahí, el representante del laboratorio farmacéutico rellenaba la receta de los medicamentos que deseaba, siempre muy caros, y acudía a determinadas farmacias que colaboraban en la estafa.

De esta manera se giraban las recetas al Servicio Catalán de la Salud con los correspondientes cartoncitos de los medicamentos, que jamás se habían dispensado a los pensionistas, habituales consumidores de esos productos.

El negocio era redondo, explica la policía autonómica, porque el visitador médico cobraba de las empresas grandes comisiones por la venta de sus productos y cuando la Seguridad Social pagaba las recetas se repartía el dinero con los farmacéuticos y los médicos. Como las cajas de los medicamentos no podían venderse al público porque carecían del precinto, los afectados los acababan vendiendo de manera furtiva a algunos particulares o bien a otros países, con lo que el negocio era redondo.

Investigación judicial

El detenido quedó en libertad por orden judicial y el caso está siendo investigado por el Juzgado de Instrucción número 20 de Barcelona. Los Mossos d'Esquadra declinaron ayer dar más detalles sobre la operación, que continúa abierta, después de haber tomado declaración a seis médicos que supuestamente colaboraron en el fraude al estampar su nombre en las recetas.